La semana pasada las autoridades monetarias de Estados unidos informaron de un nuevo incremento de la inflación hasta un 9.1%, cuando las expectativas eran de un 8.8%. Este es un nivel alarmante no visto en décadas en el gigante del norte. La escalada de las tasas de interés que ha estado llevando a cabo la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos), ha tenido un impacto sensible en el Euro, el cual vale ya lo mismo que un dólar. Para colmo la crisis de desabastecimiento alimentario post-pandémico agravado por la guerra entre Ucrania y Rusia presenta un escenario de posible recesión y hasta de hambrunas (Dios nos libre).
Ante este escenario apocalíptico, el gobierno dominicano ha tenido que hacer suntuosos sacrificios financieros a través de un enjambre de subsidios para amortiguar estos choques externos.
Un reciente análisis publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado El Impacto Comercial de la guerra en Ucrania en América Latina y el Caribe, destaca puntos muy importantes a tomar en cuenta:
El informe explica que por el tema de la invasión de Rusia a Ucrania se va a producir una desaceleramiento del crecimiento mundial y que se espera que algunos países de la región puedan presentar problemas de seguridad alimentaria. Aunque los autores entienden que el impacto en el comercio sea limitado, las consecuencias indirectas sean más significativas, aunque no con una intensidad heterogénea, o sea, no a todos los países les impactará de la misma manera
. Alza de los precios de productos básicos: Todos sabemos que Ucrania y Rusia son grandes exportadores de productos básicos. El conflicto ha interrumpido el flujo de las exportaciones por la destrucción de plantas de producción, el bloqueo de rutas comerciales y las sanciones económicas impuestas a Rusia. Estos tres factores han intensificado la tendencia alcista de los precios de los productos básicos tras la pandemia.
2. Crecimiento Mundial: El análisis informa que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el costo de la guerra reducirá el crecimiento mundial, aumentará la inflación y las tasas de interés. De acuerdo con el análisis el FMI prevé un crecimiento del 2.5% para América Latina y el Caribe, valores menores a los proyectados en noviembre del 2021 cuando se proyectaba un 3.0%.
No son buenas noticias para América Latina y el Caribe:
La región necesita del crecimiento mundial a través del comercio internacional, pero ahora los mercados están muy restringidos. La ralentización de la economía mundial se traduce en menos exportaciones y por lo tanto menos divisas. Por otro lado, la escalada inflacionaria postcovid agravada ahora por la guerra les complica a los diseñadores de políticas fiscales y monetarias su tarea pues tienen la disyuntiva entre recuperación y estabilización. Por último, el endurecimiento de las políticas monetarias, los movimientos de los inversores hacia tasas más elevadas y el incremento de las primas de riesgo son un desafío para la estabilidad financiera de la región y obviamente sobre los tipos de cambio.
Finalmente, el punto positivo del análisis expresa que los exportadores de productos básicos de América Latina y el Caribe similares a los producidos por Rusia y Ucrania pueden encontrar oportunidades en esta crisis.
Este informe fue publicado por el BID bajo la autoría de Paolo Giordano y Kathia Michalcsewsky