SANTO DOMINGO.- Tras un año de su fallecimiento, el merenguero Johnny Ventura sigue vigente entre dominicanos y extranjeros que disfrutaron por más de 60 años su legado musical, consiguiendo que designen calles con su nombre, lanzamientos de un gran un número de canciones que había grabado con otros artistas, además de distintos homenajes.
Fue precisamente la tarde del miércoles 28 de julio de 2021, mientras se encontraba en la ciudad de Santiago, a los 81 años de edad. Una gran cantidad de homenajes se le rindieron desde julio del pasado año hasta la fecha.
Canciones nuevas
“Santiago y Buenos Aires”, con Néstor Torres; “Temperatura ambiente,” con Enrique Félix; “Que rico es el merengue”, con Manny Cruz y “Yo soy el merengue”, con su hijo Jandy son algunos de los temas que han sido publicados luego de su deceso, entre otros.
Además, el nombre de “El Caballo”, como también se le llamaba, quedó inmortalizado en la intersección de la calle 176 y la avenida Wadsworth, frente al United Palace, en el corazón de Washington Heights, de Nueva York, conocido como la “Pequeña República Dominicana”.
Su historia
Juan de Dios Ventura Soriano (Johnny) nació en Santo Domingo el 8 de marzo de 1940, hijo de Martín Ventura y Virginia Soriano. En sus primeros años de niñez vivió en La Vega y Montecristi. Sus padres se divorciaron cuando apenas tenía cinco años de edad y su madre se vio en la obligación de luchar sola para poder mantener al pequeño Johnny.
Domingo y Ventura continuó sus estudios en la escuela normal de varones, llamado Liceo Presidente Trujillo y que luego fue cambiado por Liceo Juan Pablo Duarte, donde terminó el bachillerato. Johnny soñaba con ser arquitecto, pero no uno cualquiera, sino el mejor de República Dominicana y era algo que le atraía como si se tratara de la mujer más bella que había en la tierra.
Su sueño se fue desvaneciendo cuando terminó su bachillerato, a los 15 años de edad, que por falta de recursos económicos de la familia Ventura Soriano, se vio imposibilitado de inscribirse en la universidad y se inscribió en el Instituto Erciná Chavalier en mecanografía, taquigrafía, contabilidad y archivo y esto fue lo que aprendió.