En estos tiempos donde la infodemia (avalancha de información a la que estamos expuestos) dificulta el acceso a fuentes confiables, surge la interrogante de qué tan orgánico es lo que vemos a través de las redes sociales.
Las audiencias quieren ver gente auténtica y coherente con lo que muestra en el ecosistema digital, las marcas han comprendido esto y en los últimos años, junto a “influencers”, buscan la manera ideal para que a través de diferentes acciones estos nichos se identifiquen con sus productos y/o servicios.
Los largos discursos no conectan, la hiperconexión que vivimos distrae y el reto es inminente para que los actores políticos puedan atrapar a la comunidad digital.
Sin duda alguna, uno de los mayores recursos de un político es su figura, y hemos visto cómo muchos están envueltos en su propio contenido, transformándolos en presos de ideas ridículas, solo por parecer “orgánicos” ante sus seguidores.
La frase popular de que “es mejor caer en gracia, que ser graciosos”, es el resultado de querer ser relevantes a toda costa, cuando esta no representa la mejor de las estrategias. Con lo que estoy cien por ciento de acuerdo es que toda acción de un político, sin dudas es política.
Esta arriesgada y actual coyuntura ha demostrado que las típicas fotos posadas no generan ese engagement que todos deseamos; el lenguaje de las plataformas digitales les ha dado la oportunidad a los políticos para desdoblarse, y hasta cierto punto, ser atrevidos a la hora de conectar con las audiencias.
Es por eso, que vemos muchas fotos o videos, tales como familiares, bailando, cantando dembow, comiendo, con perros o apoyando una causa. No obstante, no podemos caer en lo ridículo, porque aunque el Rey del Pop, Michael Jackson, en algún momento dijo: “any publicity, is good publicity” (cualquier publicidad, es buena publicidad) los líderes y dirigentes, sin embargo, tendrán un alto precio que pagar al caer ahí.
mejor relato se construye con las diferentes acciones que hacemos a diario, conociendo los insights de nuestro público, de nuestros seguidores, que a gritos dicen quiénes son, y esto nos convierte en lo que queremos ser para ellos, moldeando esa figura sin renunciar a ser tú. El contenido orgánico prioriza la genialidad de la creatividad, sin divorciarse de la realidad.
Ezequiel Rabassa R.
Experto en Social Media