República Dominicana pidió este viernes claridad al Gobierno de Haití sobre la ayuda que ha solicitado a la comunidad internacional para hacer frente a la violencia y la crítica situación que atraviesa el país en todos los ámbitos, agravada por la reaparición del cólera.
de Exteriores, Roberto Álvarez, dijo que la comunidad internacional espera un mensaje claro, coherente, sensato y oportuno de las autoridades haitianas sobre la vía más apropiada para apoyar a la Policía Nacional a restablecer la paz y la seguridad.
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El canciller hacía alusión así al reciente mensaje a la nación en el que el primer ministro de Haití, Ariel Henry, solicitó a «la comunidad internacional, a todos los países amigos» ayuda para combatir lo que calificó de «crisis humanitaria» en un país marcado por el agravamiento de las condiciones sociopolíticas, económicas y sanitarias, la violencia y el cólera.
Ante los jefes de delegación de los miembros de la OEA, Álvarez subrayó la necesidad de que se abandonen los mensajes confusos, pues la crisis en Haití merece la mayor atención y compromiso de los Estados de América, y demandó una señal clara y definitiva por parte de las autoridades haitianas.
«Esta ambigüedad en la postura oficial haitiana choca con la realidad que nos resulta patente desde República Dominicana, ya que la violencia, el hambre y la carencia de insumos esenciales en Haití es tal que nuestro Gobierno siente presión para apoyar aspectos logísticos elementales del funcionamiento de hospitales, industrias, empresas de telecomunicaciones y otros servicios básicos”, añadió.
Al respecto, indicó que no se puede afirmar que la situación está bajo control -como señalaron recientemente miembros del Gobierno haitiano- cuando una banda criminal hace que todo un país esté sin carburantes, al bloquear la salida de los camiones con combustible de la Terminal de Petróleo de Varreux.
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Esta falta de carburante, resaltó Álvarez, «imposibilita el acceso a agua potable, dificulta el transporte de pacientes a los centros de salud, impide los trabajos para contener enfermedades contagiosas y dificulta la producción y distribución de alimentos, en un país que sufre una aguda emergencia alimentaria y de salud pública”.