Tendencias, pruebas y errores: pareciera que estoy describiendo la relación de una pareja en el plano sentimental. Sin embargo, es la misma relación entre las marcas y los consumidores, todos queremos montarnos en el tren de la conversación, hasta muchas instituciones gubernamentales se subieron en la ola, para de alguna forma, empatizar con sus seguidores y comunicar su mensaje.
Las redes sociales se alimentan de lo que sucede en el mundo real y el mundo real se puede ver afectado de lo que pasa en las redes sociales, son parte fundamental en las vidas de las personas, según la empresa de investigación de audiencias GWI-Consumer Insights, perfila a los consumidores en más de 48 países con un panel que representa a más de 2,700 millones de consumidores digitales, que el usuario promedio pasa dos horas y 29 minutos diariamente expuesto a todo tipo contenido, por lo que esto sumaría un promedio de 75 horas mensuales destinadas al uso exclusivo de un dispositivo móvil.
A través del humor, las marcas participaron de la conversación sobre la canción de la cantante colombiana Shakira y el productor Bizzarap, en la que incluso instituciones y ministerios del gobierno central se sumaron a utilizar las frases claves, como: Clara-mente, Ferrari por un Twingo, Rolex por Casio, Sal-Pique, entre otros.
En lo personal, aplaudo el riesgo tomado por ellas para generar ese “engagement” que todos deseamos, sin embargo, este efecto es temporal, uno de los mejores casos aplicados que vi fue el ejecutado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, que utilizaron la frase modificada: “Las mujeres no lloran, las mujeres emprenden”, un enunciado alineado al discurso de su marca, invitando a utilizar uno de sus servicios; enviando un llamado a la acción claro y una forma de interactuar precisa, pues un esfuerzo riesgoso, con un efecto temporal no vale la pena cuando el objetivo solos son “likes y comentarios” pues lo barato pudiera salirnos muy caro, al contrario de otras instituciones que tanto como en el fondo y su aplicación fue vacío y que en lo personal ni llenaron las expectativas de las “interacciones”.
Es un reto para los creadores de contenido de instituciones gubernamentales generar conversaciones con este tipo de tendencias, pues el consumidor sabe diferenciar entre una marca de ocio y una que representa las posibles soluciones a sus problemas, por eso el refrán popular de que dice “Es mejor caer en gracia, que ser gracioso” aplica perfectamente para estos casos, donde se pueda combinar el “timing” y buen proceso creativo, pues necesitarás un sinnúmero de aprobaciones en comparación con marcas regulares, filtros y responsables que asuman el contenido antes de ser posteado, para lo cual que ya sería muy tarde para conectar
La política y las tendencias están en una línea divisoria muy delgada con la que el tacto y el olfato adquirido a través de los años de experiencia puede ayudarnos hacia dónde dirigirnos de forma más certera, porque como comencé las tendencias no son para todos, pero si son “pruebas y errores” de los que si les funciona a uno y lo que a otros no.
La presencia en los medios digitales no la podemos concebir en un plano de una sola vía donde solamente fungimos con un rol de emisor de información, sin recurrir a herramientas de social listening donde podamos escuchar qué hablan sobre nosotros, pero aún más importante que habla la población acerca de sí mismos, en la mayoría de los casos, esto nos dará los recursos para que, en tiempos de olas, tendencias y demás yerbas aromáticas tomemos las decisiones adecuadas