TAIWAN.- Estados Unidos ha enviado un destructor lanzamisiles a aguas reclamadas por Pekín en el mar de China Meridional, coincidiendo con las maniobras chinas frente a Taiwán.
Según un comunicado divulgado por la Séptima Flota de la Marina de EE.UU., el destructor clase Arleigh Burke USS Milius ha navegado «cerca» de las islas Spratly, que China se disputa con Filipinas, Taiwán, Malasia, Vietnam y Brunéi, en un ejercicio en defensa de la «libertad de navegación consistente con el derecho internacional». Pekín ha condenado la incursión del destructor.
Las maniobras chinas frente a Taiwán, que incluyen un simulacro de bombardeo, terminan este lunes. Son una respuesta a la visita de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, al presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, el pasado miércoles.
El comunicado de la Marina estadounidense asegura que el USS Milius ha realizado»operaciones normales» en las doce millas naúticas (el límite establecido por la ONU para designar la soberanía de un estado en territorios marítimos) del arrecife Mischief, en las Spratly, que China ha ocupado y que es disputado por Taiwán, Filipinas y Vietnam.
«Las reclamaciones ilegítimas en el mar de China Meridional suponen una seria amenaza a la libertad de navegación», añade el comunicado.
Pekín ha condenado la incursión del buque estadounidense. «El USS Milius ingresó ilegalmente en las aguas cercanas a las islas Spratly sin la aprobación del Gobierno chino», ha declarado el portavoz del Ejército Popular de Liberación, Tian Junli, en un comunicado publicado en la página web del Ministerio de Defensa.
Según Tian, el Teatro de Operaciones del Sur del EPL ha organizado «fuerzas navales y aéreas para seguir y advertir» al destructor.
El portavoz ha asegurado que China tiene «soberanía indiscutible» sobre las islas del mar de China Meridional y sus aguas adyacentes.
El mes pasado, China y EE.UU. ya tuvieron un conflicto por los movimientos del mismo barco, que según Pekín penetró en sus aguas territoriales cerca de las islas Paracel.
China culmina sus maniobras
La misión del destructor coincide con el final de los tres días de maniobras de China frente a Taiwán.
Un total de 59 aviones y once buques han realizado incursiones este lunes por la mañana en áreas alrededor de la isla, según la agencia oficial CNA.
La fuente, que cita al Ministerio de Defensa taiwanés, ha añadido que 39 de los aparatos han cruzado la línea media del Estrecho de Formosa, que en la práctica es una frontera no oficial tácitamente respetada por Taipéi y Pekín en las últimas décadas. Cazas SU-30, J-10 y J-11 han participado en la incursión aérea.
El Comando del Teatro del Este del Ejército chino ha difundido imágenes de un bombardero H-6 sobre el cielo de Taiwán y a su tripulación preparando el lanzamiento de cohetes.
En las maniobras ha participado también el portaaviones Shandong. El buque navegó este domingo cerca de la isla japonesa de Okinawa, donde EE.UU. tiene una base militar.
El Shandong, junto con otros tres buques de guerra y otro de apoyo, ha llegado a estar a 230 kilómetros de la isla de Miyako, según el Ministerio de Defensa japonés.
Las fuerzas aéreas taiwanesas han vigilado las maniobras chinas con patrullas aéreas de combate y navales y con sistemas de misiles en tierra. Reporteros de la agencia Reuters han podido comprobar que se han desplegado lanzaderas de misiles Hsiung Feng en su costa, mientras los civiles continuaban su vida normal.
«La mayoría de la gente normal no está asustada, porque todos piensan que China no va a empezar una guerra», ha declarado a Reuters Tang Pao-hsiung, un soldado retirado.
El Ejército chino ha asegurado que se mantendrá listo en todo momento para impedir cualquier forma de «independencia» de Taiwán o de «intentos de interferencia extranjera».
El gobierno de Taiwán, por su parte, ha expresado su «enérgica condena» de las maniobras. «Es un derecho fundamental de un país soberano que su jefe de Estado realice actividades diplomáticas», ha declarado el portavoz del Ministerio de Exteriores, Jeff Y.J. Liu, en referencia a la visita de Tsai Ing-wen a EE.UU.
Liu ha acusado a China de «desafiar claramente el orden internacional» con sus «maniobras provocadoras» y «socavar la paz y la estabilidad del Estrecho de Taiwán y la región», a la vez que ha agradecido el apoyo de EE.UU.
Pekín considera a Taiwán una provincia rebelde y parte indivisible de su soberanía. La isla es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con China.