El representante de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, ha acusado este viernes al organismo de emplear la ayuda humanitaria a Ucrania como un arma política y con el objetivo no de asistir a la población afectada, sino intentar demostrar que es Kiev quien tiene el control sobre las regiones que fueron anexadas en septiembre por Moscú.
Según ha relatado Nebenzia durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la ONU está brindando asistencia humanitaria a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk (RDP y RPL, respectivamente) y Zaporiyia y Jersón exclusivamente a través de las líneas de asistencia de Kiev.
«La razón principal de actitudes tan duras como esta no es de ninguna manera humanitaria, sino puramente política. No para ayudar a las víctimas, sino mostrar que el régimen de Kiev supuestamente retiene el control sobre estos territorios», ha añadido Nebenzia, según recoge la agencia rusa TASS.
Rusia, por su parte, ha advertido a la ONU en repetidas ocasiones que la denominada «línea de contacto» con Kiev no es ni mucho menos segura, pues «no reúne las condiciones de seguridad necesarias en el contexto de las hostilidades activas», a la par que incluye «riesgos de sabotaje y provocaciones» y hay una alta presencia de minas.
«Hemos propuesto repetidamente considerar opciones de entrega de ayuda desde el interior de Rusia a lo largo de rutas establecidas que ya estaban abasteciendo al Donbás», ha apuntado Nebenzia, quien ha lamentado que, sin embargo, la ONU ha rechazado todas estas propuestas.