MOSCU.- El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, ha declarado este lunes en una reunión con oficiales que las Fuerzas Armadas rusas destruyeron 16 tanques Leopard, lo que representa «casi el 100 %» de los blindados de este tipo suministrados a Ucrania por Polonia y Portugal.
En este contexto, Shoigú señaló que desde el pasado 4 de junio las fuerzas de Kiev han perdido 920 blindados de diferentes tipos, 15 aviones y tres helicópteros, en tres zonas: al sur de la República Popular de Donetsk, cerca de la capital de esta región y en la provincia de Zaporozhie. En total, las fuerzas rusas lograron destruir unas 2.500 unidades de armamento de diferentes tipos desde el 4 de junio.
Asimismo, el titular de la cartera rusa de Defensa destacó que a lo largo del mes unidades de defensa antiaérea interceptaron 158 proyectiles lanzados desde sistemas HIMARS, así como 25 misiles de crucero Storm Shadow y 386 drones.
«A nivel general, el enemigo no ha alcanzado sus objetivos en ninguna de las direcciones. Esto demuestra la habilidad de nuestros combatientes y las expectativas claramente exageradas de las alabadas armas occidentales», resalto el ministro.
INSURRECCION GRUPO WAGNER
Por otra parte, Shoigú se pronunció sobre la insurrección armada del grupo Wagner y su jefe Yevgueni Prigozhin, destacando que la rebelión fracasó «principalmente por la lealtad al juramento y al deber militar» por parte de efectivos de las Fuerzas Armadas de Rusia.
«La provocación no afectó a las acciones de las agrupaciones de las fuerzas [en Ucrania]. Los soldados siguieron cumpliendo con valentía y abnegación las tareas que se les habían encomendado», dijo.
Después de meses de tensiones, el conflicto entre el Ministerio de Defensa de Rusia y el grupo Wagner se agravó los días 23-24 de junio con el movimiento de las unidades del grupo militar hacia Moscú.
Tras la mediación del presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, el Kremlin y el grupo Wagner alcanzaron un acuerdo que se tradujo en el cese del movimiento de las unidades en dirección a Moscú, y en la ausencia de acciones judiciales contra Prigozhin por sublevación militar.