Será apenas la tercera vez en la historia en que dos equipos de Wild Card se enfrentan en una Serie Mundial. Ocurrió en 2002 y 2004.
Los equipos más glamorosos serán meros espectadores
¿Cuántos esperaban antes de la campaña que Arizona y Texas se enfrentarían en la Serie Mundial?
Un duelo entre Diamondbacks y Rangers contaba con pronósticos de 1.750 a 1 en el otoño pasado, cuando se abrió la posibilidad de apostar a esto.
Pero en una era en que 12 clubes avanzan a los playoffs, la excelencia sostenida durante la campaña regular de seis meses se ha convertido en un trámite para avanzar a la postemporada, no en algo que eleve las probabilidades de llegar al Clásico de Otoño.
“Una vez que llegas al gran baile, cualquier cosa puede pasar”, dijo el manager de los Diamondbacks, Torey Lovullo, antes del séptimo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, que los Diamondbacks ganaron el martes 4-2 en Filadelfia para avanzar a su primera Serie Mundial desde 2001. “Hay que tirar todo por la ventana. Los equipos que avanzan son los que merecen avanzar”.
Los equipos más glamorosos serán meros espectadores. Los Dodgers de Los Ángeles y los Bravos de Atlanta tropezaron en las series divisionales. Houston, el campeón defensor, fue eliminado por Texas. Y los Yanquis de Nueva York no avanzaron siquiera a la postemporada.
En vez de ello, habrá por tercera vez en la Serie Mundial un duelo entre equipos que avanzaron como comodines y que se enfrentarán en parques con aire acondicionado y techo retráctil. Quizás éste será el primer Clásico de Otoño en disputarse totalmente bajo techo.
Las dos Series Mundiales anteriores entre comodines requirieron de siete juegos para dirimirse. Los Angelinos de Los Ángeles vencieron a los Gigantes de San Francisco en 2002. Los Gigantes de Bruce Bochy derrotaron a los Reales de Kansas City en 2014, para obtener su tercer título en cinco años. Hace apenas un par de años, Texas y Diamondbacks ocuparon el último lugar de sus divisiones y sufrieron 100 derrotas.