La Policía continuaba hoy tras la pista del presunto narcotraficante José Antonio Figuereo Bautista (Kiko la Quema o Kiko la Guinea), en Cambita Garabitos, San Cristóbal.
El vocero de la Policía, coronel Rafael Tejeda Baldera, aseguró que tropas élites siguen trabajando en la localización del presunto delincuente que, según versiones, mantienen a la comunidad en vilo por los constantes tiroteos en la zona.
“Nosotros estamos trabajando en la localización de José Antonio Figuereo Bautista, conocido como Kiko la Quema o Kiko la Guinea, un presunto microtraficante a quien se le atribuyen diversos delitos”, dijo el vocero.
Miembros de la Dirección de Investigación Criminal (Dicrim) mataron en la Loma La Colonia a Yunior Rodríguez Rodríguez (Pupi el Sicario), identificado como su lugarteniente, el pasado domingo.
El coronel Tejeda Baldera dijo que continúan los operativos de búsqueda del presunto narcotraficante “Kiko la Quema”, en el municipio de Cambita, a fin de dar con su paradero.
Residentes en dicho municipio de la provincia San Cristóbal se quejaron de que desde hace una semana esa comunidad se ha convertido en un “campo de tiros” tras desatarse una intensa persecución en contra del supuesto capo.
Indicaron que los casquillos adornaban la mañana de ayer las calles del pueblo, tras registrarse una balacera la noche del lunes que duró aproximadamente media hora, durante un operativo de persecución realizado por agentes policiales.
Pese a que miembros de su familia expresaron que no tienen nada que ver ni apoyan las acciones delictivas en las que involucran a Figuereo Bautista, algunos comunitarios lo alaban al considerarlo como una autoridad en la zona.
“Kiko la Quema”, para unos es un personaje de problemas y un peligroso criminal, mientras que para otros ofrece seguridad a la comunidad. Se encuentra en el ojo del huracán debido a las acusaciones que pesan sobre él: homicidios, robos, secuestros, sicariato, microtráfico, extorsión, tráfico de armas, entre otros actos delictivos.
De acuerdo con sus parientes, siendo menor de edad cometió dos delitos, por lo que su hermano mayor Santos Isabel Figuereo Bautista, lo entregó a las autoridades. Sin embargo, comentó que José Antonio se les salió de las manos y que no pueden hacer nada al respeto ya que es un hombre de 47 años y es dueño de sus acciones.
Afirmaron que tienen más de seis meses que no saben nada de su hermano ni siquiera por llamadas.
Números diferentes
Santos Isabel se refirió a su hermano Kiko como “ese señor”, al considerar que no tiene ningún vínculo con él. Sostuvo que lo poco que se comunica con su familia, lo hace a través de números telefónicos distintos ya que desecha los chips desde que realiza cualquier llamada.
Los familiares del prófugo aseguran que la presión ejercida por las autoridades no solo afectaba al acusado principal, sino que también se extiende a ellos de manera directa.
Detenciones constantes, interrogatorios agobiantes y la persistente sombra de la sospecha los sumen en un estado de ansiedad.
Afirman que viven un calvario, sin respiro ni tregua por parte de los agentes policiales.
Santos Isabel expresó que tanto él como su familia han sido maltratados por agentes de la uniformada, tras detenerlo por tres días en la cárcel del Departamento Regional de San Cristóbal, conocida como La 17, para que les diera razón sobre su hermano.
Al hablar sobre la persecución, que asegura hay contra su familia, indicó que hace más de cinco días que no va a la loma donde tiene un conuco, por temor a que las autoridades lo esperen y le hagan daño.