El hoy inmortal nació en un hogar con grandes valores humanos y esto lo llevó a registrar una carrera de 21 campañas ejemplar y con calidad en su paso por las Grandes Ligas.
Su historia tiene sus raíces en el popular sector El Café de Herrera y alcanza el pináculo más elevado en la inmortalidad de Cooperstown.
Adrian Beltré nació en un hogar tan hogareño, criado por sus padres y abuelos, que a lo largo de su carrera nunca se le conoció estar involucrado en ningún tipo de escándalo, cuyo nombre estuvo distante de las sustancias prohibidas y jugó la mayor parte de sus años viendo a muchas estrellas salir de los escenarios por esta causa.
Entre jugar béisbol en la parte frontal del hogar en la calle 12 de El Café, juguetear y comer, se desarrolló Beltré, quien este martes recibió el visto bueno para ingresar a Cooperstown el próximo 21 de julio.
“Era un niño muy inquieto, vivía bateando con la pelota, maíz, piedrecita, bolas confeccionadas con medias”, expresa su tía Justina Pérez Ortiz, quien en su momento del crecimiento del hoy inmortal fue hasta su maestra de estudios sociales en el colegio Máximo Gómez.
Recuerda que su hermana Andrea, la madre del hoy inmortal, tuvo un embarazo de alto riesgo en la maternidad La Altagracia, pero al final había alumbrado a un niño que superó las 9 libras de peso.
De niño jugó en la Liga Deportiva Valdez, que dirigía el profesor Juan Valdez, quien le brindó los primeros pininos ya en el béisbol a nivel organizado, de la cual llegó de la mano de su progenitora Andrea.
Con Valdez se educó hasta que contando con unos 12 años, pasó a la Liga Franklin Rodríguez, entrenador quien terminó de moldearlo.
“Con mucha frecuencia jugaba en la intermedia, pero el aún niño prefería la antesala debido a que entendía que en segunda no le daban muy duro a los batazos, en ocasiones intercambiaba posición con un miembro más aventajado de nombre Radahmés”, confiesa Rodríguez, un mentor que también tiene a DÁngelo Jiménez, Melky Cabrera, Kelvin Jiménez, Runelvys Hernández, Edinson Volquez, Rafael Pérez, Melky Cabrera, Carlos Vargas, Freddy Peralta, Jenry Mejía, Jimmy Paredes entre sus grandesligas.
Rodríguez conociendo del crecimiento que observaba en el pelotero, le expresó al extinto Pablo Peguero que fuera al play de la Asilo en el kilómetro 12 a obsrvar jugando al novel, empero el veterano scouts nunca sacaba el tiempo para asistir.
Es en una mañana cuando el exjugador Mateo Alou y Luis Rosa, jefe de scouts de los Gigantes visitan la instalación y observan a este jovencito exhibiendo grandes habilidades con el bate y el guante, a lo que ambos le pidieron verlo el lunes en el complejo de San Francisco.
Pero, Rodríguez le informó a Pablo que el interés de los escucha por Beltré crecía como la espuma, Tras conseguir un permiso del pastor de la iglesias para acceder a la instalación el fin de semana lograron verlo, Beltré produjo dos jonrones en sus dos primeros swings y esto bastó para que Peguero lo firmara.
En el proceso se encontraba el padre del jugador, Bienvenido Beltré, quien conversó con Peguero y en ese momento se materializó su firma por 22,500 dólares.
Brillante con su familia
A lo largo de los años, Beltré ha recompensado a su familia y construyó en la calle 8 de El Café un edificio de cuatro niveles en el que residen sus familiares en ocho apartamentos. Esta construcción ocurrió en el 2005.
Justo a lado está ubicada una vivienda en la que residen sus abuelos maternos y al lado de la misma está la primera vivienda que le construyó a sus padres, quienes posteriormente se mudaron para el sector Costa Verde en el kilómetro 13 de la carretera Sánchez.
En El Café todos celebraban en grande la exaltación de Adrian Beltré como un nuevo miembro de Cooperstown.