Se trata del último discurso de rendición de cuentas de su actual mandato.
DISCURSO RENDICIÓN DE CUENTAS
Señoras y señores,
Querido pueblo dominicano,
Hay fechas que marcan la memoria de un país y forjan el destino de un pueblo. Y un día como hoy, hace 180 años, fue uno de esos momentos.
Aquel día estaba lleno de incógnitas. Un pueblo que había luchado por sus derechos y libertades salía de una dura noche de silencio impuesto y de temores constantes a la represión.
Ese 27 de febrero comenzaba, con dudas y sin saberlo, el nacimiento de nuestra nación. Un grito de libertad retumbó en los corazones de los dominicanos y decidimos que nuestro destino nos pertenecía, que éramos nosotros los que escribiríamos nuestro futuro. Que éramos indomables ante quienes quisieran doblegarnos.
Hoy, los tiempos son otros, el mundo es otro, pero el espíritu de ese momento debe ser el mismo.
En este aniversario de la independencia, debemos recordar esa gesta gloriosa, sí, pero la tradición no es la adoración de las cenizas, sino la preservación del fuego. Y pienso que el mejor homenaje a nuestro pasado es seguir construyendo un mejor futuro.
Cuando los héroes trinitarios proclamaron al mundo la independencia de nuestra nación nos dictaron también un compromiso que debía perdurar en el tiempo: Mantener la llama encendida de su obra y perfeccionarla. Ese es nuestro deber.
El mío, lo dije aquí por primera vez como presidente en agosto de 2020, era y es dejar un país mejor que el que encontré.
Y hoy, puedo afirmar que, la República Dominicana no es la misma que hace 4 años. El cambio es una realidad irreversible.
Esta es la última rendición de cuentas de éste periodo presidencial y corresponde informales de las ejecutorias realizadas hasta el año 2023. Pero hoy la pregunta clave es: ¿Ha contribuido el gobierno a que la situación de la República Dominicana sea ahora mejor que la del año 2020?
Debemos tomar en perspectiva cómo estábamos, analizar el camino recorrido y recordar como salimos de la pandemia que tanto nos afectó o el impacto de la Guerra entre Rusia y Ucrania con lo que también ha afectado a nuestra economía globalizada. Y a pesar de ello hemos avanzado. Hoy estamos mejor que hace 4 años y tenemos una gran proyección hacia el futuro.
Durante nuestra gestión, la economía ha crecido, en términos reales, a un promedio anual del 6.43%, del 2021 al 2023. El pasado año, aun siendo difícil para la economía mundial, cerramos con un crecimiento del 2.4%, siendo en este momento la nuestra una de las economías más dinámicas de la región.
En términos comparativos podemos destacar que en 2020 el Producto interno bruto de la República Dominicana era de 78,923 millones de dólares y en 2023 se estima que alcanzó los 120,629 millones. Y que hemos pasado de una renta per cápita de 8,583 dólares en 2019 a 11,156 en 2023, lo que supone un incremento del 30%. Durante estos años hemos pasado a ser la séptima economía de la región superando a Ecuador y consolidando nuestra posición ascendente.
Estos datos de crecimiento económico tienen que ser puestos en un contexto en el que tuvimos que tomar medidas restrictivas para controlar la inflación, lo que supuso que en el tercer trimestre del año 2022 la economía tuviera un crecimiento más lento, tal y como manifesté en esta Asamblea. Pero hoy les puedo decir que la inflación se situará en el rango meta y que en diciembre de 2023 nuestro crecimiento fue ya del 4.7 y en enero de este año alcanzó el 4.6%. La previsión de crecimiento para 2024 se sitúa entre el 4.5 y 5.2%, muy cerca del crecimiento potencial de la República Dominicana.
Nuestras reservas se sitúan en un récord histórico de 15,457 millones de dólares, y somos un país que inspira confianza, como demuestran los U$4,381 millones de dólares de inversión extranjera directa, rompiendo el récord que ya habíamos alcanzado el año anterior, o los más de 10 millones de visitantes que tuvimos el pasado 2023.
Hemos subido los salarios mínimos en más de un 40%, el mayor aumento de la historia y hemos ampliado como nunca la cobertura de los servicios públicos, con un seguro nacional de salud para todos y todas; una educación básica fortaleciéndose y una educación técnica y universitaria que está viviendo una expansión sin precedentes.
Estos datos oficiales se pueden constatar en cualquier organismo gubernamental. Pero ¿Y si miramos lo que dicen los organismos internacionales sobre nosotros para tener una visión más amplia y si quieren más objetiva?
Según el Foro económico de Davos, desde nuestra llegada al gobierno hemos mejorado;
un 24% el índice de control de la corrupción,
un 15.4% nuestra apertura al comercio,
otro 15% la legitimidad del estado,
un 9% la independencia de la justicia
y un 8% en independencia y profesionalidad de la policía.
Según el último índice de Chapultepec somos el primer país del continente en libertad de expresión y libertad de prensa.
Según el Foro Económico Mundial, hemos mejorado un 38% en burocracia, avanzando 42 posiciones en el índice global.
Según la OCDE, somos el país de América Latina y el caribe con mayores avances socioeconómicos.
Según el Banco Mundial hemos sido una de las economías de más rápido crecimiento de la región debido a nuestras reformas y a una política monetaria y fiscal prudente.
Según el Fondo Monetario Internacional, República Dominicana ha realizado notables progresos en términos de convergencia de ingresos y el país tiene el potencial para convertirse en una economía avanzada.
Según la OMT el desarrollo espectacular del turismo dominicano tras la pandemia es consecuencia de la visión, la estrategia y la acción del gobierno.
Somos un ejemplo de éxito, que reconocen en el mundo y que acreditan indicadores como estos.
Congresistas,
En este tiempo hemos tenido que pasar por muchas situaciones complicadas que nos han obligado a actuar con urgencia. Hemos tenido que cambiar el rumbo debido a las circunstancias, pero siempre hemos sabido el puerto al que queríamos llegar.
Cuando asumí el gobierno estaba consciente del estado de ánimo de una ciudadanía que desconfiaba de sus gobernantes, que estaba abrumada y avergonzada por la corrupción, y hastiada de un gobierno que aplicaba siempre las mismas recetas fracasadas a problemas endémicos.
Éramos un país con un modelo de gobierno agotado. Estábamos entre los países con los peores rankings institucionales y sociales.
Hoy, les puedo asegurar que este país avanza con un gobierno lleno de energía y dispuesto a dar todas las batallas para mejorar la vida de la gente. La República Dominicana puede liderar el futuro y puede estar entre los mejores.
Las excelentes cifras macroeconómicas confirman el camino correcto recorrido por este gobierno.