Un proyecto de ley sometido en la Cámara de Diputados establece el voto obligatorio de las personas civiles mayores de edad en las elecciones presidenciales, congresuales y municipales del país.
La pieza fue introducida el pasado 29 de mayo en la Secretaría General Legislativa del ala congresual, siendo su proponente Hamlet Melo, diputado de Fuerza del Pueblo (FP).
El texto que aún no ha sido tomado en consideración tiene el propósito de disminuir los niveles de abstención electoral y que haya una representación más equitativa y diversa en el Congreso y el Gobierno.
La iniciativa fue sometida justo 10 días después de ser efectuadas las elecciones presidenciales y congresuales, y tres meses luego de las municipales, procesos en los que destacó el alto nivel de abstención, que fue histórico en el país.
En este contexto, Melo plantea la obligatoriedad del voto de todos los ciudadanos civiles mayores de 18 años. Esto a pesar de no precisar las penas y posibles sanciones para quienes no se expresen en las urnas; deja eso en manos de la Junta Central Electoral (JCE), quien elaborará un reglamento con regímenes de consecuencias para quienes se abstengan, el cual deberá estar listo en un plazo de 180 días contados a partir de la promulgación y publicación de la ley.
La JCE establecerá mecanismos para facilitar el cumplimiento del voto obligatorio, la disponibilidad de centros de votación accesibles, implementación de sistemas de registro electoral eficientes y la educación cívica continua para informar a los ciudadanos sobre sus derechos y responsabilidades electorales.
El órgano comicial también establecerá medidas de seguimiento y evaluación para monitorear la implementación y el impacto del voto obligatorio en la democracia y los derechos humanos.
Mayor participación
Para el tres veces diputado por la provincia de La Altagracia, el voto obligatorio combate “la apatía política” y la abstención electoral al establecer un mandato legal para votar, lo que ayuda a aumentar la participación electoral y reducir “la desafección” hacia el sistema político.
La votación obligatoria también permitirá un incremento de la participación electoral, lo que contribuirá a una representación más equitativa y diversa en los órganos legislativos y ejecutivos, reflejando de manera más precisa la voluntad popular y promoviendo la inclusión de todas las voces en el proceso político.
De igual manera, fomentará una cultura cívica más robusta y consciente entre los ciudadanos, lo que refuerza el compromiso con los principios democráticos y los valores de derechos humanos en la nación
“El voto obligatorio promoverá una mayor participación democrática al asegurar que todos los ciudadanos contribuyan activamente en la selección de sus representantes, fortaleciendo así la legitimidad de los gobiernos electos”, establece Hamlet Melo en el artículo 7 de la pieza.
El voto obligatorio ejerce presión sobre los dirigentes políticos
El proyecto de ley establece que el voto obligatorio aumenta la presión sobre los líderes políticos para que respondan a las necesidades y demandas de la población, asegurando que las políticas públicas sean más representativas y efectivas.
Además, permite la construcción de consensos al obligar a todos los sectores de la sociedad y los partidos políticos a comprometerse con el proceso electoral y a buscar soluciones compartidas para los problemas comunes.
Tuvieron el más alto nivel de abstención
La abstención en los comicios municipales, congresuales y presidenciales de este 2024 es la más alta en la historia electoral en la era democrática. Desde 1966 a la fecha.
El pasado 19 de mayo acudieron a las urnas 4 millones 423 mil 438 electores, equivalente al 54% del total de inscritos en el padrón de la Junta Central Electoral, que ascendió a 8 millones 145 mil 548 votantes. El 45.63% de los hábiles para votar se abstuvo.
Por otra parte, el pasado 18 de febrero 3 millones 775 mil 587 dominicanos acudieron a las urnas para participar en las elecciones municipales, del total de empadronados. Ese domingo, el 53.33 % de los electores se abstuvieron de participar en los comicios, en los que se eligieron 158 alcaldes y la misma cantidad de suplentes. Sólo el 46.67 % de los dominicanos votó ese día.
En los dos últimos cuatrienios electorales (2020 y 2024), la abstención en la República Dominicana ha subido entre 13% y 15% más que el comportamiento histórico del votante que asiste más o menos, en un 70%. El fenómeno ha provocado que diversos sectores y entidades de la sociedad civil eleven su voz de preocupación, lo que interpretan como un malestar en la democracia.