
Agroempresarios y autoridades se preparan para fomentar su siembra a gran escala
Empresas puertorriqueñas se interesan en el producto dominicano
Agroempresarios y autoridades se preparan para fomentar su siembra a gran escala
Empresas puertorriqueñas se interesan en el producto dominicano
Pedro Pilier comenzó la siembra de castañas de masa –conocidas como "buen pan" en la República Dominicana– "como un juego", tras enterarse de sus aportes a la alimentación y las perspectivas de que se pueda aportar a mayor escala en el futuro.
Así, cuenta con 207 tareas de tierra solo sembradas de castañas de masa en Blandino, provincia de La Altagracia, de las cuales ya 60 tareas están en pleno desarrollo, con más de 400 plantas. Cada planta joven puede producir hasta 75 buen panes y, una vez llegada a la adultez, la cantidad puede ser "innumerable".
"Aquí hay productores que ya están viviendo de la castaña de masa. Se dice, y así lo creo, que es el fruto del momento", afirmó el productor a Diario Libre, que vende los buen panes de su finca en los mercados de Higüey, donde cada unidad cuesta entre 50 pesos y 75 pesos.
Los múltiples derivados que se pueden obtener a partir del buen pan están a punto de rescatar del olvido a una fruta cuyas hojas alimentan al ganado, y su pulpa es "comida para cerdos", un presente muy opuesto al que tuvo en la década de los 80, cuando fuera fomentado en la alimentación dominicana, según describe el presidente del Clúster de la Castaña, Yovanny Reinoso.
"Actualmente, el mundo está demandando ahora mismo la castaña de masa: está en el número uno de las harinas alternativas sin gluten y está también número uno en un derivado parecido a la leche, que contiene más calorías y más proteínas que la misma leche", abundó.
Un "superalimento" que le interesa a Puerto Rico
Lo que hace tan valorado al buen pan en estos momentos es la harina que se elabora a partir de las castañas, que permite realizar todo tipo de bollerías y alimentos: desde panqueques y waffles –dos de los desayunos más consumidos en Estados Unidos–, hasta tostones.
A diferencia de la República Dominicana, Puerto Rico tiene una alta valoración por el buen pan, al que ellos llaman pana.
"En Puerto Rico, la pana es un tesoro muy preciado. En todos los restaurantes consigues todo lo que tengas que conseguir: tostón de pana, mofongo de pana, porque se consume bastante y ya casi está sustituyendo al plátano", aseveró el chef puertorriqueño José Aníbal Flores, quien ha elaborado todo tipo de platillos con esta fruta.
En esto concuerda Marisol Villalobos, productora y agroempresaria puertorriqueña, que lo define como un "superalimento".
"Contiene todos los aminoácidos esenciales; contiene vitamina A, B1, C, E y pues, definitivamente, muchísima fibra, que es buena para el corazón. Disminuye problemas de diabetes e hipertensión, entre muchísimas cosas", contó con entusiasmo.
Ella es fundadora de Amasar, una empresa puertorriqueña que se dedica a la fabricación de harina de castañas de masa para consumo local, y que está interesada en adquirir el producto dominicano para aumentar su oferta hacia los Estados Unidos.
Esto hizo que viajara junto a Jesús Marte, también cofundador, a participar de la tercera Expo Feria Internacional In-Vitro de la Castaña de masa, un evento organizado por la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) del 27 al 29 de junio.
Marte se mostró optimista en alcanzar alguna colaboración con los productores dominicanos para surtir los altos volúmenes que les está exigiendo el gigante norteamericano para competir en su mercado. Indicó que la castaña dominicana tiene muy buena calidad, ya que Amasar llegó a comprarla luego del paso del huracán María, en el 2017.
- Según el Clúster de la Castaña, hay casi mil fruticultores que ya están produciendo los buen panes con fines de incrementar el volumen que República Dominicana exporta hacia otros países, valorado en apenas 1.5 millones de dólares promedio en los últimos siete años, según datos de ProDominicana.