La UE restringirá al cacao y a otros siete rubros que no demuestren prácticas sostenibles a partir del 2025
Lanzan "Cacao Trace", un proyecto piloto que beneficiará a 700 productores de Monte Plata
El cacao dominicano tendrá que demostrar más que sus cualidades organolépticas y una siembra orgánica si quiere seguir entrando al mercado europeo, que exige más información sobre el origen del fruto antes de comprarlo, entre ellos, si las fincas donde se producen están libres de deforestación, una práctica rechazada por su alto impacto negativo al medioambiente.
El cacao se encuentra dentro de los siete rubros a los que, a partir del 30 de diciembre del 2024, la Unión Europea les restringirá el ingreso en sus puertos a menos que demuestren que su producción está libre de deforestación y degradación forestal, lo que podría afectar la entrada de divisas al país por este rubro, que generó 210.9 millones de dólares solo en el 2023.
Ante esa realidad, la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y la fundación española Codespa lanzaron "Cacao Trace", un programa piloto que busca robustecer las capacidades de gestión empresarial de 700 pequeños cacaocultores de Monte Plata, agrupados en siete asociaciones de productores de la provincia.
La iniciativa también busca diseñar un protocolo para generar una certificación de trazabilidad y "deforestación cero" para aquellos beneficiarios que, al término de los dos años que durará el programa, cumplan con los requisitos de debida diligencia establecidos en el Reglamento UE 2023/1115 del conglomerado europeo.
El proyecto cuenta con un apoyo financiero de 940,191.61 euros proporcionados por la Unión Europea, además del respaldo del Ministerio de Agricultura.
"Yo creo que nosotros estamos dando, como país, brincos importantes para que la República Dominicana se siga destacando en la producción y exportación de cacao", resaltó el ministro de Agricultura, Limber Cruz, durante el lanzamiento del proyecto.
Indicó que la iniciativa permitirá geolocalizar las fincas de los beneficiarios e implementar tecnología blockchain que permitirá a los consumidores internacionales contar con información sobre si el chocolate que consumen es orgánico, quién fue el productor y si este derivado se realizó sin prácticas de deforestación.
La coordinadora de Cacao Trace, Laura Peralta, indicó que este es el primer proyecto que se trabaja en el país que busca certificar a un sector agrícola como libre de deforestación, y que el objetivo es replicar el modelo en otras provincias a partir de este primer piloto.
Mantener el mercado
Durante el lanzamiento del proyecto, la delegada de Codespa en la República Dominicana, Diana Borrero, confirmó a Diario Libre que del certificado depende que se pueda seguir exportando cacao al mercado europeo.
"Lo que estamos tratando de hacer es acompañar a esos productores, muy pequeños, a reducir esa vulnerabilidad que tienen frente al mercado, para que puedan acceder a las mejores condiciones posibles mediante el cumplimiento del reglamento 1115″, manifestó.
Además del cacao, la Unión Europea ya está limitando la entrada de café, soya, carne bovina–y derivados del ganado bovino–, palma aceitera, madera y caucho, todos rubros que pueden aumentar en 248,000 hectáreas anuales el ritmo de deforestación en el mundo "sin una intervención reguladora adecuada" según establece su nueva normativa.
Plantaciones envejecidas
El director ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Osmar Benítez, explicó que la adopción de estas nuevas reglas representa una oportunidad para que los agricultores dominicanos modernicen su producción y la hagan más sostenible, en un contexto en el que "ya no es solo el arancel" lo que vale para exportar hacia un mercado.
Manifestó que el sector no debe preocuparse por la imposición de esta regulación ya que, los cacaotales dominicanos consisten en plantaciones que se han desarrollado bajo árboles que ofrecen sombra y tienen entre 20 y 50 años establecidas.
Aunque las plantaciones envejecidas son una de las grandes debilidades que tiene el país en términos de productividad del fruto, Benítez explicó que esto será una ventaja frente a la Unión Europea ya que se puede demostrar, con imágenes satelitales de décadas atrás, que el cacao orgánico dominicano se ha cosechado en zonas libres de deforestación.
"Todos los países exportadores han pedido (…) a la Unión Europea una dispensa, que extienda por un tiempo adicional, la aplicación de esa norma. Normalmente, la Unión Europea valora todo y toma decisiones sensatas", arguyó Benítez, entendiendo que el país tiene vías para mostrar esas y otras pruebas que evidencien las condiciones en las cuales se ha sembrado el cacao dominicano.
En el 2023, las exportaciones de cacao disminuyeron 15 millones de dólares respecto al 2022, para una caída de 6.3 %, debido, entre otros factores, al retraso en las ventas hacia el mercado europeo y el mantenimiento de inventario de casi 22,000 toneladas de cacao al cierre del año pasado.
La República Dominicana destina alrededor de 173,000 hectáreas a la siembra de cacao, con la capacidad de producir hasta 75,000 toneladas promedio al año. El fruto constituye el 8 % del total de los bosques del país, conforme datos del Departamento de Cacao del Ministerio de Agricultura.
Qué es lo que pide la UE
El reglamento UE 2023/1115 solicita a todos los países a los que le compra productos que cumplan con procesos de debida diligencia para demostrar que sus productos son libres de deforestación
Esto incluye cuatro componentes:
- La gestión de aspectos sociales
La identificación, análisis y gestión de riesgo del producto
La georreferenciación de fincas y sistema de monitores para la verificación del cumplimiento
Las herramientas de trazabilidad para transparentar todos los procesos que intervienen en la cadena agroproductiva