La médico militar Ana Josefa García Cuello fue enviada a la cárcel por el asesinato de su hija de seis años el pasado 15 de agosto en el Residencial Razón 1, del municipio Santo Domingo Este.
Hasta que se termine la investigación, de manera preventiva, la Oficina de Atención Permanente de Santo Domingo dictó un año de prisión a la madre en el Centro Penitenciario Najayo Mujeres, en San Cristóbal.
Aunque en un principio la acusada había negado ser la responsable de cortarle la cabeza a la niña, ayer expresó unas escalofriantes declaraciones de cómo acabó con la vida de su hija.
“El Señor agarra y me dice que coja un cuchillo y que le vuele la cabeza a mi hija. Le vuelo la cabeza a mi hija”, expresó fríamente la miembro del Ejército de la República Dominicana.
Usuarios de las redes sociales cuestionan cómo la madre actúa con tanta frialdad, mostrando ningún arrepentimiento ante el atroz asesinato que cometió con su hija. “Háganme lo que tengan que hacer conmigo, llévenme ahora, cojan mi alma y llévenla al infierno. Quédense con ella y úsenme como instrumento suyo”, siguió revelando la señora.
De acuerdo a algunos videos que se hicieron virales, después aparecer la cabeza de la niña en el baño y su cuerpo en la cocina, la mujer, de 44 años, cuando fue detenida y trasladada a la Policía, solo se quejaba que la estaban maltratando y actuaba como si nada hubiera pasado.
“Yo soy hija de Dios e hija del diablo. El infierno me vomita y el cielo me tira para atrás. Entonces, ¿dónde estoy yo? La tierra me anda buscando para matarme”, fueron otras de las palabras estremecedora que expresó Ana Josefa ayer.
Josefa asegura que está embarazada
Ana Josefa García también dijo este martes que presuntamente está embarazada. Al momento de su traslado para el conocimiento de la medida de coerción, la primer teniente del Ejército también denunció ser víctima de maltratos en el tiempo en que ha estado detenida.
“Estoy embarazada, me están maltratando”, expresó García, quien permanecía bajo custodia desde el pasado jueves.
García Cuello, quien también amenazó a los agentes penitenciarios con “volarles la cabeza”, expresó que toda su vida ha sido fiel creyente de Dios y que se ha dedicado a realizar obras de caridad con la gente.
Por otro lado, el tribunal señaló que debido a la gravedad de los hechos, la imputada (Ana Josefa) no cuenta con los arraigos suficientes para conocer el proceso con otra medida que no sea la prisión preventiva.