NUEVA YORK.- Una encuesta difundida por The New York Times reveló que el 55% de los estadounidenses apoya las deportaciones masivas prometidas por el presidente electo Donald Trump, quien asumirá el cargo este lunes.
Este respaldo refleja un mayor apoyo a la agenda de “Estados Unidos primero” en comparación con el primer mandato de Trump.
El sondeo indica que el 87% de los consultados está de acuerdo con la deportación de inmigrantes indocumentados que cuenten con antecedentes penales, una de las prioridades anunciadas por Trump.
Además, casi dos tercios respaldan la expulsión de personas que ingresaron irregularmente al país en los últimos cuatro años. Este grupo incluye al 54% de los hispanos y el 44% de los demócratas, lo que resalta un respaldo transversal.
ELIMINAR CIUDADANIA POR NACIMIENTO
El 41% de los encuestados se mostró a favor de eliminar la ciudadanía por nacimiento para hijos de inmigrantes indocumentados, un derecho garantizado por la Constitución.
El 34% considera adecuada la eliminación del programa DACA, creado durante el gobierno de Barack Obama para proteger a los llamados “soñadores”.
41% CREE INMIGRANTES SON UNA CARGA
El 41% de los participantes afirmó que los inmigrantes representan una carga para el país, una percepción que había disminuido en años recientes pero que parece estar ganando terreno nuevamente.
La encuesta también destaca que una mayoría de estadounidenses cree que el gobierno ha destinado excesivos recursos financieros a Ucrania.
Asimismo, un porcentaje considerable respalda restricciones en la atención médica ofrecida a menores en relación con temas de identidad de género, un asunto central en las propuestas republicanas.
Pese al respaldo a varias de sus políticas, Trump sigue siendo una figura polarizante.
Su índice de aprobación actual se sitúa en el 51%, significativamente inferior al promedio de presidentes electos en las últimas tres décadas. En comparación, mandatarios como Bill Clinton y Barack Obama registraron índices superiores al 60% durante sus transiciones.
A pocas horas de su investidura, la postura de Trump respecto a temas migratorios, sociales y de política exterior sigue generando división entre los estadounidenses, aunque también consolida el respaldo de una base amplia que impulsa sus propuestas de cambio.