
Al frente de la discoteca, donde murieron personas del área del deporte, política y artística, todavía acuden curiosos que están presentes desde tempranas horas del día observando el movimiento de las autoridades y opinando sobre lo que pudo haber pasado o sobre lo que debería hacerse con el lugar.
Ya no hay familias reclamando a sus dolientes en la llamada “zona cero”, lugar donde ocurrió el trágico suceso en el que murieron más de 200 personas mientras disfrutaban de una fiesta, donde tocaba el merenguero Rubby Pérez, la madrugada de este martes.
Algunas de las carpas improvisadas, instaladas desde el pasado martes, donde los dolientes y personas llevaban alimentos, fueron desmontadas por representantes del Centro de Operaciones (COE).
“Nos dieron esa orden porque ya es lo que queda”, dijo uno de los representantes con voz apagada.