
Ante la situación, fuerzas navales aliadas fueron desplegadas para proteger los cables submarinos, esenciales para el tráfico global de internet y comunicaciones financiera
Este lunes Europa enfrenta una crisis sin precedentes tras un ciberataque masivo que ha paralizado infraestructuras críticas en más de 15 países, incluyendo redes eléctricas, bancos, aeropuertos y sistemas de salud.
Autoridades de la Unión Europea atribuyen el ataque a grupos respaldados por el Estado ruso, aunque Moscú ha negado cualquier implicación.
El ciberataque coincidió con el apagón eléctrico que afectó a España y Portugal, y que provocó interrupciones en aeropuertos como los de Frankfurt, París y Madrid, así como en bancos que reportaron caídas temporales de sus sistemas.
En Alemania y Polonia, los servicios de emergencia se vieron obligados a utilizar comunicaciones analógicas tras la caída de sus sistemas digitales.
"Se trata de un ataque directo a la soberanía europea", declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien aseguró que Europa responderá "con unidad, fuerza y resiliencia".
La dimensión del ataque obligó a activar protocolos de emergencia en varios países y ha tensado aún más las relaciones entre la Unión Europea y Rusia. Desde el Kremlin, las acusaciones fueron calificadas de "infundadas y provocadoras".
Movimientos cerca de cables submarinos
La OTAN reportó movimientos inusuales de barcos rusos cerca de rutas de cables submarinos críticos en el Atlántico Norte. Según el Comando Europeo de Estados Unidos (EUCOM), al menos seis buques, incluidos dos destructores y un submarino, fueron detectados maniobrando cerca de estas infraestructuras estratégicas que conectan Europa con América del Norte.
Ante la situación, fuerzas navales aliadas han sido desplegadas para proteger los cables submarinos, esenciales para el tráfico global de internet y comunicaciones financieras.
"Este patrón de comportamiento es profundamente preocupante", advirtió el almirante James Thornton, comandante del Mando Marítimo de la OTAN. "Estamos monitorizando de cerca toda la actividad marítima y estamos preparados para salvaguardar la seguridad transatlántica".
Aumento de tensiones
Fuentes de seguridad europeas consideran que el doble incidente supone un desafío directo a la estabilidad regional, aunque aún no se ha confirmado oficialmente que el ciberataque y los movimientos navales estén coordinados.
La respuesta de la Unión Europea (UE) incluirá medidas diplomáticas, cibernéticas y, de ser necesario, reforzamientos de seguridad, según adelantaron fuentes comunitarias.