
Durante el encuentro se discutieron estrategias para reforzar los operativos migratorios y garantizar el respeto a los derechos
En respuesta al creciente flujo migratorio en la zona fronteriza con Haití, se celebró ayer una reunión de emergencia en la sede de la Gobernación Provincial de Dajabón, donde participaron autoridades nacionales y locales para coordinar acciones que fortalezcan el control fronterizo y salvaguarden la seguridad y el orden en la región.
El encuentro estuvo encabezado por el director general de Migración, Lee Ballester, junto a la gobernadora provincial, Severina Gil, el alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, representantes del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) y la directora provincial de Salud, Zaberkis Rodríguez.
Temas abordados
Uno de los temas más debatidos fue la preocupación de la comunidad por el funcionamiento de establecimientos de expendio de bebidas y servicios sexuales que operan en la calle Capotillo, donde presuntamente laboran haitianas, tanto de día como de noche.
Asimismo, residentes del sector han expresado su descontento por la proliferación de estos locales, a los que acusan de alterar la tranquilidad de la zona. Además, se cuestionó la emisión de licencias para estos negocios, lo que ha generado presión sobre las autoridades de salud.
Durante el encuentro se discutieron estrategias para reforzar los operativos migratorios, garantizar el respeto a los derechos humanos y asegurar la vigilancia sanitaria en un contexto fronterizo cada vez más tenso.
"El objetivo es mantener el control en la frontera, pero también asegurar la dignidad y la seguridad de todos los involucrados", afirmó Ballester, quien destacó la necesidad de una respuesta institucional coordinada y efectiva.
Este encuentro ocurre en un momento especialmente crítico, marcado por un incremento en la presión migratoria desde Haití y una creciente preocupación por la estabilidad en la línea divisoria.
Las autoridades reafirmaron su compromiso con una frontera segura, ordenada y respetuosa de los derechos fundamentales, en un contexto regional que exige acciones urgentes y articuladas entre los diferentes niveles del Estado.