
El “Big Papi” dio el último adiós a su padre Américo en una honras fúnebres íntimas en el Jardín Memorial, a las que asistieron Pedro Martínez, Edwin Encarnación y otros…
“Él alardeaba con orgullo que tenía un hijo en el Salón de la Fama, pero él no sabía que quien tenía un papá en Cooperstown era yo”.
Con esa frase, cargada de amor y gratitud, David Ortiz resumió lo que significó en su vida Leo Américo Ortiz, su padre, quien falleció tras una larga lucha contra el cáncer.
El funeral y el sepelio se llevaron a cabo la mañana de este jueves en el Cementerio Jardín Memorial, en una ceremonia íntima para familiares y amigos cercanos.
Entre abrazos, lágrimas y recuerdos, el expelotero de los Medias Rojas de Boston recordó vivencias con su padre que se quedarán con él por el resto de su vida.
“Me cuidó, me protegió contra todo lo que podía interferir en mi camino. Y miren que eso no fue fácil, pero él lo logró”, dijo entre lágrimas Ortiz, al hablar del hombre que lo guio.
Entre las personalidades que acudieron a la ceremonia estuvo Pedro Martínez, también miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, quien definió a Don Leo no sólo como un padre ejemplar para David, sino también para él mismo.
“Primero hay que darle gracias a Dios por la oportunidad que nos brindó de compartir con Don Leo, y de ser ese segundo padre para mí. Este año ha sido un año duro para nosotros, especialmente en Haina, primero con la partida de Rubby y ahora con Don Leo”, dijo Pedro.
El ministro de Deportes, Kelvin Cruz, resaltó la dedicación y entrega de Don Leo en la formación de su hijo. Recordó que, en los últimos meses, cada vez que hablaba por teléfono con David, este le comentaba que estaba acompañando a su padre en el proceso.
“David nunca lo dejó solo. Siempre me decía que estaba en una cita médica con su padre o comprando una medicina o en una diligencia médica. Don Leo inculcó en él buenos valores”, sostuvo Cruz.
El expelotero de Grandes Ligas Edwin Encarnación también acudió al sepelio para acompañar a su amigo en este momento difícil, y quien al igual que Pedro, calificó a Don Leo como un padre.
“Américo siempre fue una persona alegre, todo el tiempo con una sonrisa, y eso es lo que me llevo. Sin importar la situación de salud que estaba pasando, nunca se notaba desanimado”, describió Encarnación.
La Liga Dominicana de Béisbol Profesional (Lidom) emitió un comunicado en el que lamentó la muerte de Don Leo y envió sus condolencias a David y su familia, destacando su rol como padre y el legado de valores que dejó.
El exministro de Deportes Felipe Jay Payano también expresó públicamente su pesar y solidaridad.
La partida de Américo Ortiz deja un vacío profundo, pero también la huella imborrable de un padre que supo guiar, proteger y formar a uno de los grandes íconos del deporte dominicano y mundial.