
En febrero de este año fue desmantelada una operación clandestina en el municipio Pedro Brand, donde se producían cigarrillos falsificados y bebidas alcohólicas
El comercio ilícito de cigarrillos continúa representando un reto para la industria formal en República Dominicana, pese a los recientes avances en su combate.
Según el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), actualmente no existen fábricas ilegales activas identificadas en el país; sin embargo, en febrero de este año fue desmantelada una operación clandestina en La Guáyiga, municipio Pedro Brand, donde se producían cigarrillos falsificados y bebidas alcohólicas.
En el allanamiento, liderado por el Cuerpo Especializado de Control de Combustibles y Comercio de Mercancías (Ceccom) y la Fiscalía de Santo Domingo Oeste, se incautaron 41,800 unidades de cigarrillos de la "marca rojo" con evidencias de falsificación, además de maquinaria, materia prima y etiquetas. Dos personas fueron arrestadas y el caso continúa en proceso judicial.
Mario Pujols, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), señaló que el comercio ilícito se disparó a partir de los incrementos fiscales establecidos en la reforma tributaria de 2012 (Ley 253-12), provocando que, de 2012 a 2024, el volumen legal de cigarrillos cayera cerca de un 70 %.
"Conscientes de la potestad que tienen las autoridades para realizar investigaciones y ejecutar acciones de decomiso en todo el territorio nacional, la AIRD tiene un canal de comunicación constante con las autoridades para cualquier tipo de denuncia o medidas a recomendar, lo cual hacemos con cierta frecuencia", precisó Pujols en respuesta a Diario Libre.
Dijo que la AIRD participa en el Consejo Interinstitucional Público-Privado de Prevención creado por la Ley 17-19, que ha impulsado capacitaciones y mejoras en equipos de control.
Impacto del contrabando
En cambio, Andrés Espinal, director de Asuntos Corporativos de Philip Morris Dominicana, indicó que alrededor del 30 % del mercado de cigarrillos en el país sigue siendo ilegal, aunque ha disminuido en los últimos años por las acciones de las autoridades.