
La red de estafa transnacional operaba desde un centro de llamadas en República Dominicana, dirigida a envejecientes en Estados Unidos
Los dominicanos acusados de estafar a ancianos en Estados Unidos, país que los ha solicitado en extradición, llegaron a la Suprema Corte de Justicia (SCJ) este martes con el rostro cubierto por toallas.
La Segunda Sala de la SCJ, integrada por los jueces Francisco Antonio Jerez Mena, Fran Euclides Soto Sánchez y Francisco Ortega Polanco, conocerán hoy la audiencia de solicitud de extradición de cuatro imputados, incluido uno que estaba prófugo y se entregó a las autoridades dominicanas el pasado fin de semana.
Los solicitados son Óscar Manuel Castaños García, de 33 años; Edward José Puello García, de 44; Gerardo Heriberto Núñez Núñez, de 41; y Joel Francisco Mathilda León, quien fue detenido al entregarse para enfrentar la acusación de engañar a personas mayores.
Según las investigaciones, la red de estafa transnacional operaba desde un centro de llamadas en República Dominicana, dirigida a envejecientes en Estados Unidos.
La organización fue desmantelada tras una investigación conjunta de las autoridades dominicanas y estadounidenses, en la que participó el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Otro implicado
Otro de los solicitados por las autoridades estadounidenses es Joel José Cruz Rodríguez, alias "Paflow", de 33 años, a quien la alta corte le dictó prisión preventiva hasta que se concluya el fondo del proceso.
Cruz Rodríguez cumple la medida de coerción en la cárcel Rafey, en la provincia Santiago.
Cómo operaba la red
El esquema seguía el conocido modelo de la "estafa del nieto": un operador ("opener") llamaba a una persona mayor fingiendo ser su nieto, diciendo que había tenido un accidente o estaba en problemas legales.
Luego, un "closer" continuaba la llamada haciéndose pasar por un abogado o autoridad, solicitando dinero urgente.
Según el expediente, se instruía a la víctima para que entregara el dinero a un conductor de viajes compartidos, quien, sin saberlo, lo entregaba a los "corredores".
"En otros casos, las víctimas enviaban dinero por correo a direcciones específicas. Algunas víctimas eran llamadas varias veces para pedir más dinero, alegando una 'confusión' o nuevos cargos", explicó el documento de prensa.
Asimismo, señaló que, en ciertos casos, incluso se coordinaba con los conductores para que llevaran a las víctimas a sus bancos a retirar más fondos.
El dinero
El dinero obtenido "fue blanqueado" y enviado a la República Dominicana, de acuerdo con la investigación estadounidense.
"Los operadores del esquema dependían de lavadores de dinero en los Estados Unidos y la República Dominicana para transmitir las ganancias de las víctimas en los Estados Unidos a Castaños García y otros en la República Dominicana", precisó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.