
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha despedido a varios líderes militares percibidos como críticos del presidente o no lo suficientemente leales, y a principios de esta semana la administración revocó las autorizaciones de seguridad de unas tres docenas de funcionarios de seguridad nacional actuales y anteriores.
Donald Trump se postuló con la promesa de usar los poderes del gobierno para vengarse de aquellos que, según él, le hicieron daño. Ahora parece estar cumpliendo esa promesa de campaña, mientras amenaza con expandir sus poderes mucho más allá de Washington.