
Pese a las frenéticas negociaciones en el Congreso, no hubo acuerdo entre demócratas y republicanos para financiar al gobierno más allá del martes, día que marca el fin del año fiscal.
Estados Unidos enfrentará un cierre administrativo del gobierno federal tras el fracaso de una última votación en el Senado para evitar la parálisis presupuestaria, con lo que cientos de miles de funcionarios públicos se quedarán sin salario.






