
Cada 16 de octubre el mundo conmemora el Día Mundial de la Alimentación, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 1979, con el propósito de concienciar sobre la importancia de garantizar una alimentación saludable, sostenible y accesible para todos.
La efeméride recuerda el aniversario de la fundación de la FAO en 1945 y busca movilizar esfuerzos a nivel global para erradicar el hambre, mejorar la nutrición y promover sistemas agroalimentarios más equitativos y resilientes.
El lema de este año es: “El agua es vida, el agua nutre”
En 2025, la FAO centra su mensaje en la protección y gestión sostenible del agua, recurso vital para la producción de alimentos y la supervivencia de todos los ecosistemas. Bajo el lema “El agua es vida, el agua nutre”, se hace un llamado a gobiernos, agricultores, empresas y consumidores a cuidar este recurso limitado frente al cambio climático, la contaminación y el desperdicio.
Actualmente, más de 2,400 millones de personas viven en países con escasez de agua, y alrededor del 70 % del consumo mundial de este recurso se destina a la agricultura. Por ello, la FAO insiste en que el futuro de la alimentación depende directamente de cómo gestionemos el agua hoy.
Hambre y desperdicio: los grandes desafíos
Aunque la producción mundial de alimentos es suficiente para alimentar a toda la población, la desigualdad en el acceso, los conflictos y las crisis económicas provocan que más de 700 millones de personas padezcan hambre en el mundo.
Paradójicamente, cerca de una tercera parte de los alimentos producidos se pierde o desperdicia cada año, lo que no solo agrava la inseguridad alimentaria, sino que también contribuye al cambio climático y al deterioro ambiental.
República Dominicana y el compromiso con la seguridad alimentaria
En el país, el Ministerio de Agricultura, junto a organismos internacionales como la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), impulsa programas orientados a fortalecer la producción local, reducir la pobreza rural y promover la educación nutricional en comunidades vulnerables.
Asimismo, el Gobierno desarrolla iniciativas para mejorar los sistemas de riego, apoyar a pequeños productores y fomentar la agricultura sostenible, como parte del compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 2: Hambre Cero.