
En términos educativos, el 39.3% de los trabajadores móviles poseen estudios universitarios frente al 24.1% de aquellos que permanecen en su lugar de residencia.
Las estadísticas laborales no revelan la cantidad exacta de dominicanos y dominicanas que migran de un pueblo a otro para conseguir empleo, pero apunta que existen patrones heterogéneos de movilidad que generan desigualdades territoriales, tanto en el acceso al empleo, como en el perfil de quienes se ven obligados a migrar por mejores oportunidades laborales.