
Santo Domingo.- La tormenta tropical Melissa ha dejado más de 900 personas desplazadas, calles inundadas y comercios cerrados durante una semana en la que gran parte del país continúa bajo alerta roja.
Durante los últimos siete días, la República Dominicana ha permanecido bajo los efectos de la tormenta tropical Melissa, un fenómeno atmosférico que, pese a su lento desplazamiento, ha causado daños significativos en distintas zonas del territorio nacional.
Desde el inicio de la semana, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantuvo alertas meteorológicas en todo el país ante las lluvias persistentes, los vientos fuertes y el riesgo de inundaciones.
Los efectos no tardaron en sentirse: carreteras anegadas, comunidades incomunicadas y viviendas afectadas en provincias del sur y el este se convirtieron en el panorama cotidiano.
Ante la situación, el Gobierno dispuso la suspensión de la docencia desde el miércoles hasta el viernes en las provincias bajo alerta roja, según informó el Ministerio de Educación. Otras instituciones públicas redujeron sus horarios y algunas empresas privadas cerraron temporalmente.
Incluso la Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo anunció el cierre temporal de sus servicios consulares, al igual que el Consulado dominicano en San Juan, Puerto Rico, como medida preventiva ante las condiciones meteorológicas.
Según el más reciente informe del COE, unas 183 viviendas resultaron afectadas y 915 personas fueron desplazadas de sus hogares.
En San Juan de la Maguana, al menos 42 personas permanecen en albergues oficiales y otras 55 fueron reubicadas en casas de familiares o amigos, debido al aumento del caudal de ríos y cañadas.
Además, se reportó el fallecimiento de un hombre de 70 años en Santo Domingo Norte, quien perdió la vida al intentar desaguar la cañada que atraviesa el barrio El Manguito.
El Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) informó la salida de servicio de 28 acueductos, lo que ha dejado a más de 907 mil usuarios sin agua potable en sectores de Santo Domingo Oeste, Pedro Brand, Los Alcarrizos y parte del Distrito Nacional.
La interrupción se debe al exceso de sedimentos y la crecida de los ríos que abastecen los sistemas Isla Mana y Duey.
Las imágenes que circularon en redes sociales muestran avenidas semivacías, barrios inundados y familias que perdieron pertenencias a causa de las fuertes lluvias. Sin embargo, en medio de la emergencia, también se observaron grupos de personas celebrando y realizando fiestas, desafiando las recomendaciones de las autoridades.
Mientras tanto, los organismos de socorro continúan trabajando día y noche para asistir a los afectados y monitorear el comportamiento de los ríos y cañadas en zonas vulnerables.






