
Comercialización. El sector eléctrico arrastra una crisis profunda, que muchos atribuyen a la mala gestión de comercializar la energía.
Mientras las inversiones ejecutadas por las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) reflejaron una disminución de US$20.3 millones entre enero y agosto de este año, los gastos operativos aumentaron US$2.4 millones alcanzando la suma de US$290.4 millones, lo que influye en la realidad que vive un sector que acumula un 39.6% en pérdidas de energía.






