
El ente empresarial, que incluye a la compañía estadounidense VALTIR y a la dominicana Tintarella, ha propuesto un cambio radical en el abordaje de los siniestros viales: tratarlos como un problema de salud pública mediante una política sanitaria de Estado.
Aunque los accidentes de tránsito en el país se atribuyen frecuentemente a la falta de educación vial y el consumo de alcohol, la insuficiencia en el mantenimiento y señalización de las carreteras es una debilidad reconocida por las autoridades.






