WASHINGTON.- Estados Unidos desplegará un submarino con armas nucleares en Corea del Sur por primera vez en décadas, como parte de un nuevo acuerdo que señalará el compromiso del Gobierno de Joe Biden de defender a su país aliado frente a las crecientes amenazas nucleares de Corea del Norte, según informaron funcionarios estadounidenses.
El plan de atracar los submarinos lanzamisiles balísticos en Corea del Sur, algo que no ocurría desde la década de 1980, encabeza un esfuerzo por hacer “más visible” la disuasión estadounidense contra el régimen de Kim Jong Un, según altos funcionarios de la Administración de Biden.
Además, Estados Unidos se compromete a dar a su aliado un papel más importante en la respuesta a un posible ataque nuclear.
El presidente, Joe Biden, y su homólogo, el surcoreano Yoon Suk Yeol, darán a conocer el nuevo acuerdo en Washington este miércoles, según los funcionarios.
La Declaración de Washington, como se la conoce, no implicará el despliegue de armas nucleares por parte de EE.UU. en Corea del Sur, como ocurrió durante la Guerra Fría, según los funcionarios. En su lugar, EE.UU. aumentará el número de recursos militares que envía temporalmente al país, como un submarino nuclear y bombarderos.
Las encuestas muestran que cada vez más surcoreanos desean que su Gobierno desarrolle armas nucleares propias, ante las dudas sobre si un Estados Unidos distraído por el creciente enfrentamiento con China les protegería en un conflicto con Corea del Norte, que está dotada de armas nucleares.
Estados Unidos se opondría a este desarrollo, también prohibido por un tratado internacional.
El acuerdo también establece un nuevo marco a través del cual el Gobierno de Corea del Sur puede tener más voz sobre cualquier respuesta en caso de crisis, según funcionario.
A cambio, añadió un funcionario, Corea del Sur reafirmará su compromiso con el Tratado de No Proliferación Nuclear, conocido como TNP, que prohíbe a los países buscar armas nucleares.
Los funcionarios informaron a los periodistas bajo condición de anonimato antes del anuncio oficial.
Corea del Norte, por el contrario, no es signataria del Tratado y en los últimos años, bajo el liderazgo de Kim Jong Un, ha avanzado a pasos agigantados en el desarrollo de su presunto arsenal de unas 20 armas nucleares.
A principios de este mes, Corea del Norte lanzó su primer misil balístico intercontinental de combustible sólido, en lo que los analistas consideran un avance significativo en los esfuerzos del país por construir un arsenal nuclear más difícil de detectar y capaz de amenazar cualquier punto del territorio continental estadounidense.
Funcionarios estadounidenses y surcoreanos también afirman que Corea del Norte se está preparando para su séptimo ensayo nuclear, que sería el primero desde 2017.
Yoon, un exfiscal que fue elegido el año pasado, llegó a Washington el lunes para una visita de Estado de seis días en la que Estados Unidos y Corea del Sur conmemoran el 70 aniversario de su alianza, que se remonta al final de la Guerra de Corea. Él y Biden celebrarán una cumbre el miércoles, y Yoon se dirigirá a una reunión conjunta del Congreso el jueves.
Se trata de la primera visita de Estado a Estados Unidos de un dirigente surcoreano en 12 años y la primera de un líder de la región Indo-Pacífica durante la administración Biden, que se está centrando más intensamente en esta región de importancia estratégica en su intento de contrarrestar la creciente influencia china.
La visita de Yoon se produce después de las mayores maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur en años, dirigidas en gran medida a contrarrestar la amenaza nuclear norcoreana.
Los dos países también están intensificando su coordinación en materia de seguridad con Japón, con la celebración de conversaciones trilaterales sobre defensa en Washington este mes. También se espera que Biden anime a Yoon a seguir mejorando los lazos con Tokio, con quien Seúl mantiene desde hace tiempo una tensa relación.