La semana próxima el yate Flying Fox, propiedad del magnate ruso Dmitry Kamenshchik, cumplirá un mes retenido en aguas dominicanas y no se visualiza que se irá pronto.
Desde que la embarcación de lujo fue allanada por el Ministerio Público, hace ya doce días, las autoridades no han informado sobre qué acciones van a realizar a raíz de lo que pudieron haber encontrado allí.
Permanecen en silencio a pesar de las preguntas. El viernes 1 de abril solo indicaron que el yate fue requisado a solicitud de Estado Unidos como parte de una investigación sobre lavado de activos y tráfico de armas que lleva a cabo el país norteamericano en contra de varios objetivos supuestamente dedicados a estos ilícitos.
El Ministerio Público se amparó en los acuerdos que ha suscrito con los Estados Unidos y en la cooperación jurídica internacional para allanar el yate Flying Fox, pero desde entonces no se ha sabido más nada.
¿Qué estaría pasando?
El silencio podría deberse a que, en este tipo de casos, el órgano investigador es de criterio que “la cooperación jurídica internacional está revestida de confidencialidad y solo pueden intercambiarse información con los estados vinculados en la misma”.
De acuerdo con informaciones, los investigadores utilizaron, dentro de la embarcación, herramientas tecnológicas para detectar sustancias ilícitas y posibles orificios y agujeros que oculten posibles evidencia y pruebas.
El yate, que estuvo primero en la provincia La Romana, llegó el Puerto Don Diego de Santo Domingo, con el propósito de abastecerse de combustible. Sin embargo, tiempo después fue detenido por una petición que hiciera Estados Unidos. El Flying Fox es uno de los megayates más grandes del mundo. Se estima que su construcción superó los 400 millones de dólares.
Se ha inspeccionado el megayate dos veces
Que se sepa oficialmente, hasta el momento esta nave ha sido inspeccionada dos veces por el miembros Ministerio Público, agentes del Cuerpo Especializado de Seguridad Portuaria (Cesep),agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), así como por el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), en sus siglas en inglés.