Rafah (Gaza), 13 dic (EFE).- Aunque está considerada una zona humanitaria, el área de Rafah sufre constantes ataques de Israel, en los que encuentran la muerte muchos de los que han huido de la ofensiva israelí lo más al sur que pueden en la Franja palestina.
El campo de refugiados de Al Shabura, en Rafah, abarrotado de gente y de desplazados, sufrió ayer los mayores bombardeos de la zona desde que comenzó la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás.
Rafah, la zona al sur de Gaza, fronteriza con Egipto, donde se encuentra el campamento «es objeto de ataques diarios», relató a EFE Haitham Al Amr, director del servicio de emergencias en esta parte del enclave costero.
«Ayer hubo cuatro ataques. Hoy los ataques continúan», cuenta Al Amr entre los escombros que las bombas dejaron en el campo de refugiados de Al Shabura, que produjeron nueve muertos y un centenar de heridos, muchos de ellos con miembros amputados.
Allí acudieron muchos desplazados del resto de Gaza huyendo de la ofensiva militar de Israel, con lo que en la zona se aglomeran cerca de 1,2 millones de personas, muchas en tiendas de campaña, comentó el responsable de emergencias.
Casi la mitad de toda la población de la Franja de Gaza, estimada en 2,3 millones de personas, se encuentra en la pequeña área de Rafah, una punta en el extremo sur del enclave en condiciones de hacinamiento críticas, según la ONU.
Después de ordenar la evacuación de toda la población de la mitad norte del enclave, más de un millón de personas, en primer mes de la guerra, Israel emprendió a principios de mes una nueva fase en su ofensiva terrestre hacia el sur, en ciudades antes seguras como Deir al Balah y Jan Yunis.
Miles de desplazados que se encontraban en esas ciudades, están ahora hacinados en Rafah, considerada «zona humanitaria» por Israel, donde de momento no hay combates terrestres, pero sí bombardeos aéreos.
No hay áreas seguras
«Las pérdidas humanas son muy grandes. Estas áreas no pueden ser llamadas áreas seguras, son blanco de ataques. Zonas de matanza, zonas de destrucción”, lamentó Al Amr.
Israel estableció zonas humanitarias en la Franja, entre ellas Rafah, pero no se libran de los bombardeos: ayer martes murieron al menos veinte palestinos en uno de ellos y, horas después, otros nueve en el ataque en el campo de Al Shabura.
Al Amr advirtió de que cualquier ataque contra un lugar como Al Shabura, abarrotado de gente entre residentes habituales y desplazados, «provoca un gran número de víctimas».
Por ello, se preguntó como puede ser considerada una «zona segura» mientras ven a diario que «las casas son destruidas sobre las cabezas de sus residentes», con los equipos de socorro sin apenas medios para ayudarlos.
Al Shabura, Telesulton y Al Fahri son zonas supuestamente seguras en la gobernación de Rafah. Pero muchas de las víctimas de los últimos ataques en Al Shabura son desplazados del norte de Gaza o de Jan Yunis.
Un vecino de la zona, Jihad Abu Romila, recordó «el terrible sonido de bombardeo».
«Salí de la casa. Encontré a mis vecinos. Uno que está herido, otro herido», declaró a EFE.
«Todos nuestros vecinos y seres queridos desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. ¿Cuál es su culpa? No hicieron nada. Su culpa es que son palestinos de Gaza, solo eso», lamentó.
Jihad Abu Romila ayudó a rescatar a una niña, pues llegó enseguida al lugar, al que no podían entrar las ambulancias.
El pasado 7 de octubre el grupo islamista Hamás lanzó un ataque contra Israel que provocó más de 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados que fueron llevados a Gaza.
Israel declaró el estado de guerra y comenzó una operación militar por aire, tierra y mar en el enclave palestino, donde ya suman 18.600 los muertos y 50.600 heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás. EFE