Una tradición que se mantiene por 417 años de manera interrumpida y se celebra sin importar las inclemencias del tiempo, sequía o cualquier novedad, por eso los días 28 de diciembre pelegrinos fieles al Santo Cristo de los Milagros de Bayaguana acuden al lugar para presentar sus ofrendas ahora donando reses denominados (los toros).
Este año no fue la excepción decenas de autobuses, carros, yipetas, también hombres, mujeres y niños que llegan a pies al extremo que se estima que siete mil personas acudieron al lugar para participar en uno de los tres oficios religiosos el pasado jueves, pero los más sublime ocurrió a las 1:28 cuando entraron los 21 toros simbolizando 61 que los comisarios del Santo Cristo personal encargado de recolectar las ofrendas en sus comunidades y llevarla al templo las cuales son enviados por las personas que no pudieron asistir.
Al conversar con el maestro retirado de Bayaguana, Débil Antonio Manzanillo confirmó que la tradición llegó al lugar transportada por los fundadores de la comunidad en el año 1606, los habitantes de Bayajá y Yaguana ahora territorios que pertenece Haití, las cuales fueron destruidas por disposición del Rey Felipe III de España con el pretexto de combatir el contrabando que entonces existía en la zona.
Este operativo conocido en historia Las Devastaciones de Osorio, en razón de que ocurrieron durante la administración de Antonio de Osorio, entonces administrador de la Española.
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Los territorios de colonos españoles de Yaguana y Bayayá y eso explica la etimología del origen del nombre de Bayaguana, y en sus travesía obligada también transportaron sus santos.
Bayaguana uno de los municipios de Monte Plata, más de cuatro siglo después se confirmó que la tradición se mantiene tal como ocurrió el jueves 28 de diciembre con fieles del lugar que visitaban el templo jóvenes, adultos todos para acuden para cumplir con el sacrificio heredados por sus antecesores de visitar el Santuario para pedir perdón y entregar un aporte de los beneficios obtenidos durante el año.
Los niños de mayor edad sin importar que se conozcan aprovechan para jugar unos con otros corriendo en distintas direcciones sin importar la insolación, sus padres hacen esfuerzos para mantenerlo cerca a ellos.
Otra evidencia del sacrificio comprometida con el Santuario fueron los esposos Rafael Romero, con 80 años edad y Misaela Ortiz, ambos con 67 años de casado, residentes en San Pedro de Macorís y dijeron que todos los años vienen a la celebración dentro de la comitiva que organizan los comisarios de la región este.
El comisario mayor Melanio Germán, comentó que desde hace 10 años es el coordinador de la recolección de ofrenda de la parte este del país y su padre cuando él era un niño lo montaba en el sanco de su caballo y cada 28 de diciembre lo llevaba el lugar.
Por eso el día de Santo Cristo de los Milagros es de fiesta en la comunidad, solo los compromisos que no pueden esperar como los responsables de ordeñar las vacas, los servicios de los médicos y enfermeras quienes tienen que estar en sus lugares de trabajo, pero los productores agrícola de caña de azúcar, piña, yautía, chinola, café, cacao entre otros productos de la zona de Bayaguana suspenden sus trabajos y acuden al lugar para participar de la fiesta y muchas veces para exhibir sus caballos entre sus amigos.
Por eso el jueves la comunidad de Bayaguana se despertó con música interpretada por la banda de bomberos, en algunos lugares fiesta de palos y otras actividades culturales, y la alcaldía estableció que gran parte de las calles fueran peatonales, pero los jinetes en sus caballos y los peregrinos se desplazaban en distintas direcciones algunos en señal de procesiones.
El Santuario
El Santuario Sato Cristo de los Milagros de Bayaguana es un templo dedicado al patrón Juan Bautista, es uno de los principales atractivos de la provincia, el cual está sustentado en una imagen del Santo Cristo tallada en madera que apareció en el año 1806 en una zona próximo a la comunidad y se dice que fue encontrada por una niña y la madre de ella que había perdido la visión la recuperó.
Con el tiempo la imagen fue trasladada a la comunidad de Bayaguana donde ya se había levantado una capilla en el año 1608 que se convirtió en iglesia parroquia.
En el año 2007 impulsado por el padre Gregorio Berroa Bello, la Arquidiócesis de Santo Domingo, encabezada por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez inició la construcción del santuario diseñado por el arquitecto Marcos César Núñez.