Experta plantea la necesidad de integración de espacios residenciales, comerciales, educativos y recreativos en áreas cercanas como parte fundamental
El desplazamiento diario de los residentes del Gran Santo Domingo se ha convertido en un enorme obstáculo que les arrebata horas preciosas de sus vidas, estimándose que entre 2 y 4.5 horas se evaporan a diario en laberintos de tráfico y congestión vehicular. Así lo explica la arquitecta Heidi De Moya, directora de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), al señalar que ese tiempo perdido no sólo implica largas esperas en calles saturadas, sino que también impacta en la vida familiar, el descanso necesario y la productividad de los ciudadanos.
Entiende que la raíz de este problema se encuentra en la falta de diseño y planificación urbana en las ciudades que conforman el Gran Santo Domingo y sus áreas adyacentes.
La especialista indica que la ausencia de una conexión eficiente y fluida entre estas áreas ha creado un modelo de funcionamiento fragmentado, donde cada sector opera de manera aislada, sin considerar que la solución a estos desafíos debe ser colectiva en beneficio de todos los habitantes.
Destaca la necesidad apremiante de realizar importantes reestructuraciones y renovaciones, priorizando estas sobre la expansión urbana.
Entiende imperativo concentrar los esfuerzos en mejorar drásticamente la conectividad en las direcciones norte-sur y este-oeste. “Estas rutas, epicentro de los peores colapsos viales, demandan una atención inmediata para aliviar la presión sobre las pocas vías existentes”.
Explica que el concepto de “multicentricidad” emerge como vital en esta lucha contra la congestión urbana.
Descentralizar
La descentralización de actividades, agrega, se vuelve clave para redistribuir los centros de desarrollo y evitar la saturación en un único punto. “Crear varios núcleos urbanos de importancia es la fórmula para un crecimiento más equilibrado y sostenible en Santo Domingo; pero esto no basta; los “entornos mixtos” surgen como una estrategia crucial para acercar los servicios y equipamientos urbanos a las comunidades locales”.
Alternativas
Como posibles soluciones a la problemática, plantea la necesidad de la integración de espacios residenciales, comerciales, educativos y recreativos en áreas cercanas, lo que reducirá la dependencia de
desplazamientos largos, brindando a los habitantes un acceso más rápido y sencillo a sus necesidades diarias.
Dijo que la proximidad de servicios básicos contribuirá a una dinámica cotidiana más cómoda y fluida para los ciudadanos.
La experta afirma que el problema no sólo se limita al Gran Santo Domingo, sino que es un reflejo a escala de la política de planificación urbana que abarca toda la República Dominicana.
“El crecimiento descontrolado, la falta de estrategias de desarrollo urbano integradas y la falta de coordinación entre las autoridades han desencadenado el caos vial actual”, explica la arquitecta De Moya.
Sugiere un abordaje integral de la crisis, en el que las autoridades locales y nacionales actúen de manera conjunta, y entiende que es fundamental implementar soluciones que, además, promuevan alternativas de transporte público eficientes, como sistemas masivos de transporte y nuevas conexiones viales que optimicen el flujo. “Urgen políticas urbanas que fomenten un crecimiento sostenible y ordenado”.
Visión a largo plazo
Destaca que una visión a largo plazo es necesaria, mediante una planificación que considere la expansión urbana de manera ordenada, la densificación inteligente y la incorporación de tecnologías modernas para la gestión del tráfico.
Esto debe ir acompañado, agrega, de la participación activa de la ciudadanía y la consulta de expertos en urbanismo, transporte y sostenibilidad para desarrollar soluciones viables y sostenibles.
Señala que en última instancia, la solución a este desafío requerirá que se priorice el bienestar de las personas que habitan estas áreas urbanas.
Señaló que resolver la crisis del transporte en el Gran Santo Domingo no es solo un proyecto de ingeniería, sino que es una misión que busca mejorar la calidad de vida de todos los dominicanos que enfrentan diariamente este desafío en las calles de su ciudad.
Entiende que es hora de mirar hacia la multicentricidad y los entornos mixtos como las soluciones clave para el futuro desarrollo de la ciudad.
Estas estrategias, dijo, no sólo despejan el panorama de tráfico en Santo Domingo, sino que también allanan el camino hacia una metrópolis más funcional, dinámica y habitable para todos sus habitantes.