Ayer convocó a la desobediencia civil y a “estar preparados para la revolucion y a iniciar hostilidades”. Su plataforma política, Despertar Nacional para la Soberanía de Haití, admitió la via violenta para llegar al poder.
Haití ha entrado en un nuevo escenario de protestas, destrucción y amenazas, esta vez bajo el protagonismo del exlíder rebelde golpista, Guy Philippe, poniendo los pelos de punta a la población ante sus amenazas de tomar el poder por medio de las armas.
En el Noroeste, Norte y Noreste del país se han registrado manifestaciones, barricadas e incendios de neumáticos en las vías públicas, además del cierre forzado de ministerios y ataques a viviendas.
Si acaso quedaba alguna mínima esperanza para avanzar con el proceso de diálogo y entendimiento para la reconciliación y la paz en Haití, olvidarlo por ahora.
Deportado desde Estados Unidos por narcotráfico, Guy Philippe, que ha tornado más oscuros el panorama en el país, llegó el 30 de noviembre de 2023 para impedir, al precio que sea, cualquier arreglo pacífico.
Tiene cuatro opciones sobre la mesa: Golpe de Estado, golpe de fuerza, consenso o negociaciones y elecciones.
En orden de prioridades, quiere el poder y aspira, con más premura, ganarlo con las armas. Para él, las elecciones están al final del camino, y lo demuestra con su amenaza de revuelta violenta para expulsar al gobierno del primer ministro, Ariel Henry.
La convocatoria de Philippe ayer a la desobediencia civil, un paso que podría marcar el inicio de su aventura guerrerista, conmueve a la población haitiana, saturada ya de incertidumbre y violencia.
“Ha llegado el momento de derrocar este sistema que se regenera constantemente”, advirtió en un mensaje divulgado en las redes sociales.
En consecuencia, llamó a los residentes a estar “preparados para la revolución y a iniciar las hostilidades” en los departamentos del país.
Al peligro de las bandas armadas se ha sumado ahora la grave amenaza de este hombre, decidido a arrasar con lo poco que queda de instituciones de gobierno en ese país.
Su formación política, Despertar Nacional para la Soberanía de Haití, ya anunció que no descarta la posibilidad de tomar el poder por la fuerza.
Philippe está activo con su movimiento en comunidades cercanas a la frontera con República Dominicana, específicamente en Juana Méndez, donde pidió a la Brigada de Seguridad de Áreas Protegidas (BSAP) que continúe apoyando a la población haitiana, como lo hizo para la construcción del canal de riego alrededor del río Masacre.
Este fin de semana, miles de sus partidarios exigieron la dimisión del premier Ariel Henry, levantaron barricadas, quemaron neumáticos en las carreteras y atacaron y arrojaron piedras contra la casa del exsenador Sorel Jacinthe, firmante del acuerdo del 21 de diciembre,
Según medios haitianos, debido a esta manifestación, los bancos comerciales, escuelas y oficinas públicas cerraron sus puertas y los pequeños negocios y el transporte público quedaron paralizados.
Ya estos hicieron una desafiante demostración de fuerza, al cerrar varias instituciones públicas que se encuentran dentro de un complejo situado en la Avenue Emile Roumer.
Entre estas, la dirección departamental del Ministerio de Comercio, el Ministerio de Educación Nacional, Ministerio de Economía y Finanzas, el Ministerio de Asuntos Sociales, Salud Pública y Población.
En sus discursos, Guy Philippe insiste en desatar una revuelta armada y deponer al gobierno. Por esto, ya pidió a las autoridades que dimitieran de sus cargos o, de lo contrario, serán expulsados por su “revolución”.