Nadie que siga los acontecimientos políticos se puede sorprender o no darse por enterado de que en el oficialista PRM han empezado a madrugar con la vista puesta en 2028.
A sabiendas de que el presidente Luis Abinader no puede volver a presentarse como candidato presidencial porque la Constitución lo prohíbe, los dirigentes con perfil presidencial ya tienen en marcha su estrategia para encabezar la boleta presidencial del partido oficial.
Como muestra basta observar lo que ocurre en la circunscripción uno del Distrito con los candidatos a diputados. Los cuatro dirigentes del PRM con mejor perfil presidencial tienen su alfil en la boleta para la Cámara Baja. Carolina Mejía, que ya tiene hasta su propia marca para la campaña, patrocina a Liz Mieses; Yayo Sanz, que tiene fama de ser uno de los principales operadores detrás del triunfo del PRM en las pasadas elecciones, es el padrino de Vicente Sánchez (Vicentico).
Wellington Arnaud, con fama de tener estructura propia en el PRM y capacidad de trabajo en el terreno, patrocina a José Caraballo y David Collado, que para nadie es un secreto que es el favorito en las encuestas para encabezar en el PRM después de Luis, apadrina a Elías Matos.
Sobre Collado se ha dicho que tenía algunos cuadros a su favor en el PRM, pero que se le han retirado. De hecho esa es la principal debilidad del ministro de Turismo, la falta de apoyo interno para ganar la boleta.
Aunque cada dirigente que tiene la vista puesta en el 2028, hace sus propias diligencias, en el PRM se comenta, con sentido y lógica, que la boleta la encabezará quien reciba el respaldo del presidente de la República, líder único del PRM. Saber a quién escogerá Luis para que lo sustituya, no es tarea fácil, pues la historia enseña que a los políticos cuando bajan las escalinatas del Palacio no les va muy bien, ni dentro ni fuera de sus partidos.
Saber por dónde va la preferencia de Luis es casi descubrir por dónde le entra el agua al coco. Está difícil saber con tanto tiempo de antelación esa decisión, pero lo que no es complicado es inferir, quién o quiénes no serían del agrado del presidente para reemplazarlo.