El municipio de Nizao se volcó a festejar luego del triunfo del oro olímpico. Es la cuarta medalla dorada para la República Dominicana.
- En Don Gregorio, tierra natal de Paulino, se montaron dos carpas, ambas con pantalla gigante, donde los nativos vieron la carrera de los 400 metros planos femenino.
Decenas de familiares, vecinos, amigos y allegados a Marileidy Paulino se volcaron en aras de apoyar a la velocista dominicana que escaló el Olimpo y creó una nueva historia en el atletismo mundial.
Desde la calle Máximo Gómez, o mejor conocida en Baní como “Las cinco esquinas”, cientos de personas se aglutinaron para festejar el oro olímpico y el nuevo récord de ese evento logrado por Marileidy.
En Don Gregorio, tierra natal de Paulino, se montaron dos carpas, ambas con pantalla gigante, donde los nativos vieron la carrera de los 400 metros planos femenino.
Además, sus familiares más cercanos se reunieron en el hogar de su abuela, Esperanza Paulino, donde también había un ambiente festivo por el triunfo de la criolla.
Luego de culminada la carrera, realizaron un recorrido desde la calle mencionada hasta el parque principal del municipio de Don Gregorio.
El mismo fue protagonizado por el senador de la provincia Peravia, Julio Fulcar, quien se encargó de la logística para la celebración de la tarde del viernes.
Fulcar explicó el plan es esperar que Paulino retorne al país para con el Ministerio de Deportes y Recreación realizar la fiesta de llegada.
Marileidy Paulino se coronó con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, convirtiéndose en la primera mujer medallista de la República Dominicana.
También se convirtió en la atleta nacional con más medallas alcanzadas en Juegos Olímpicos con tres, este oro, y un par de preseas de plata alcanzadas en Tokio 2020. Es la cuarta vez que se toca el himno de la República Dominicana en una justa olímpica.
Habían pasado 12 años desde la última vez, cuando Félix Sánchez en el 2012, cuando alcanzó una presea de oro por tercera vez en Londres.
En esta carrera, Paulino cronometró en 400 metros cuarenta y ocho segundos con 17 centésimas, y además se encargó de romper el récord olímpico antes implantado por la francesa Marie-José Perec (48.25).