El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) intervino de manera integral la cuenca baja del río Yuna, abarcando las provincias Duarte, María Trinidad Sánchez y Samaná, con trabajos de rehabilitación de caminos, canales, drenajes y adecuación de márgenes para protección.
Olmedo Caba Romano, director del INDRHI; destacó que el conjunto de obras resguarda a los habitantes y las producciones agropecuarias de posibles crecidas en esta región de alta pluviometría.
El funcionario ofreció las declaraciones durante un recorrido de supervisión por los distintos proyectos, iniciando en Duarte, donde observó el avance en la rehabilitación de caminos que se realizan en los municipios San Francisco de Macorís y Eugenio María de Hostos.
Acentuó el inicio del engavionado del río Yuna en el municipio Villa Riva, que contempla 200 metros de tramos discontinuos para proteger la comunidad Reventazón; y en el municipio de Arenoso, donde se levantarán muros en ambos márgenes del afluente para protección de la comunidad Los Platanitos.
En la Provincia María Trinidad Sánchez, el funcionario refirió que se avanza en 2 kilómetros de muros en los márgenes de los ríos El Helechal y Riote Viejo para la canalización de las aguas hacia el drenaje principal del río Nagua, del que completaron la amplitud del cauce en una primera etapa de 2 km para manejo de mayores volúmenes de agua. El proyecto en su completa dimensión impacta unas 15,000 tareas cultivadas de arroz para beneficio directo a 320 usuarios y sus familias.
Caba Romano manifestó que también se trabaja la culminación del proyecto de rehabilitación de canales principales en Aglipo I y II, con sustitución de paños de hormigón y sistemas de compuertas, logrando evitar pérdida de agua por infiltración y optimizando su distribución. Además, enfatizó la construcción de varias alcantarillas en esta importante demarcación productiva.
En el distrito municipal (D.M) Las Gordas, del municipio Nagua, se finaliza la adecuación del río Boba con reforzamiento de sus muros en gaviones, brindando protección a unas 4,000 familias de las comunidades Canta la Rana, Tizón, Palometa, Quebrada Amarilla, entre otras aledañas.