
Santo Domingo. Este Viernes Santo a la 1:00 de la tarde, la Iglesia Católica se dirige nuevamente al pueblo dominicano mediante el tradicional Sermón de las Siete Palabras, que será proclamado desde la Catedral Primada de América, en el centro histórico de Santo Domingo.
Como cada año, este significativo acto litúrgico se convierte en un espacio de reflexión donde distintos sacerdotes interpretan las últimas siete expresiones de Jesucristo en la cruz, relacionándolas con la realidad nacional desde una mirada espiritual, social y crítica.
La Iglesia aborda temas cruciales que afectan al país, haciendo eco de las problemáticas sociales, económicas, políticas, morales y culturales que impactan a la población.
En esta edición del Sermón de las Siete Palabras, se espera que se aborden temas que han tocado profundamente a la sociedad dominicana. Entre ellos, la reciente tragedia en el centro nocturno Jet Set, un hecho que ha sacudido al país entero; las persistentes injusticias sociales que siguen golpeando a los más vulnerables; y la difícil situación en Haití, marcada por la crisis migratoria y la creciente presión sobre la República Dominicana.
Organizado por la Arquidiócesis de Santo Domingo, el Sermón de las Siete Palabras es uno de los actos litúrgicos más significativos de la Semana Santa. Pero más allá de su dimensión religiosa, este espacio se ha convertido en una plataforma donde la Iglesia Católica levanta su voz para denunciar los males que aquejan al país, llamar a las autoridades a asumir su responsabilidad y alentar al pueblo dominicano a no perder la esperanza.
Lo que se dijo el año pasado en el Sermón de las Siete Palabras
El año pasado, la Iglesia Católica abordó temas sensibles como la corrupción política, el deterioro del sistema penitenciario y de justicia, la crisis educativa, el alto costo de la vida, la situación en Haití y el abandono a los más vulnerables.
El padre Keiter Luciano criticó a los legisladores por ignorar la necesidad de una nueva ley de Seguridad Social y por su silencio ante las injusticias que enfrentan los migrantes. También cuestionó la falta de equidad del sistema judicial, que favorece a quienes tienen recursos.
Mientras que el padre Gregorio Santana calificó el sistema penitenciario como “la antesala del infierno”, denunciando condiciones inhumanas en las cárceles, y apuntó que la educación dominicana es “mala, cara e impresentable”.
Además, el sacerdote Fray José Guerrero hizo un llamado a las mujeres a revelarse espiritualmente contra las desigualdades, tomando a María como ejemplo. De igual manera, Sor Trinidad Ayala denunció la corrupción política y la delincuencia, señalando que cada cuatro años se venden falsas esperanzas al pueblo.
Asimismo, el diácono Ángel Cano pidió solidaridad frente a la crisis de Haití, mientras que Blas Bonilla instó a funcionarios y políticos a cuestionarse si realmente cumplen con su misión.
La laica Ángela López cerró con una oración por las víctimas de los incendios en Salcedo y La Victoria, y alertó sobre el incremento de los problemas de salud mental en el país. También pidió reflexión de cara a las elecciones del 19 de mayo y criticó “la política malentendida y ejercida”.