Desde que asumió la dirección de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte), el ingeniero Andrés Cueto, se ha convertido en uno de los funcionarios con mayor presencia en las provincias que componen el Cibao. Y cuando hablamos d
e “presencia”, nos referimos a la gran cantidad de obras que ha desarrollado la empresa energética en pueblos y comunidades, algunas en lugares muy remotos.
Se entiende que el éxito de su gestión obedece en gran parte a su espíritu incansable de trabajo y la correlación de fuerzas que ha logrado con los sectores representativos de las provincias, con quienes trabaja de la mano para lograr las transformaciones necesarias en el aspecto eléctrico. Este éxito se aprecia en los últimos indicadores presentados por Edenorte en el tiempo que lleva Cueto administrando la institución energética.
Un aspecto sugestivo es que cada obra o proyecto se ha realizado sin distinción política, atendiendo solicitudes de juntas de vecinos, iglesias, empresarios o líderes políticos, sin importar a qué sector político responda, demostrando así que en la actualidad Edenorte es una institución abierta.
Desde su llegada a la entidad energética, el también presidente del Comité Municipal del PRM en Santiago, ha roto con la cultura de derroche que existía en esa institución, evitando la fuga fondos por nombramientos fantasmas, los gastos innecesarios, administrando con transparencia los ingresos de esa dependencia y logrando que desde las oficinas se preste un servicio con eficiencia a la población.
Otro logro de su gestión lo constituye la reutilización de materiales para los proyectos de electrificación, lo que ha permitido ahorrarle al Estado una suma considerable de dinero.
Si se toma en cuenta que administrar una institución como Edenorte, cuya imagen siempre se verá cuestionada por la naturaleza del servicio que presta a la población, es admirable como Cueto ha logrado salir a flote a pesar de esas adversidades.
Cada acción encaminada desde Edenorte ha sido sobre la base del “cambio” que prometió el Presidente Luis Abinader antes de asumir el poder y con lo que el ingeniero Cueto ha sido reiterativo: descentralizar el Presupuesto para que las inversiones no se queden en las grandes urbes, sino que lleguen a cada rincón donde haya un dominicano. De ahí las valoraciones positivas que se reflejan de todos los sectores que componen la sociedad de Santiago y el resto del Cibao.
En sentido general, con su accionar en consonancia con el “cambio” que promovió y materializa el Presidente Abinader y las aptitudes que posee Andrés Cueto, lo hacen el candidato perfecto para dirigir cualquier institución con la seguridad de que lo hará bien, con la eficiencia y transparencia que lo caracterizan.