
Autoridades confirman que no hubo pérdidas humanas ni daños medioambiental
LUPERON._En horas de la madrugada de este lunes 18 de agosto de 2025, un fuerte rayo impactó la embarcación EL CAPI IV, que se encontraba en la Bahía de Luperón, provincia Puerto Plata, lo que provocó un incendio que terminó por destruirla en su totalidad.
El hecho se registró a las 2:22 de la madrugada, en medio de una tormenta eléctrica que afectaba la zona norte del país, según se informó en un comunicado oficial emitido por Fernando Capellán, propietario de la embarcación siniestrada.
La fuerza de la descarga eléctrica fue suficiente para ocasionar un fuego incontrolable que consumió rápidamente toda la estructura de la nave. A pesar de la magnitud del incendio, se destacó que la situación pudo ser controlada gracias a la intervención de los organismos de socorro.
Las autoridades precisaron que, afortunadamente, no hubo pérdidas humanas que lamentar, lo que constituye el aspecto más relevante del trágico suceso.
Asimismo, se confirmó que el incendio no ocasionó ningún tipo de daño medioambiental, evitando así consecuencias mayores que hubieran afectado la biodiversidad y las aguas de la bahía.

En su declaración, Capellán expresó: “Damos gracias a Dios que no hubo pérdidas humanas y que este suceso no ha ocasionado daño medioambiental alguno”.
El empresario también aprovechó la ocasión para reconocer el trabajo inmediato y coordinado del equipo de bomberos de Luperón, Imbert, Maimón y Puerto Plata, quienes se presentaron en el lugar para sofocar el siniestro.
De igual manera, extendió sus agradecimientos a la Defensa Civil y a la Marina de Guerra Dominicana, instituciones que se sumaron a las labores de emergencia desplegadas en la bahía.
También resaltó el apoyo del alcalde de Luperón, Román Israel Brito, quien se integró a los esfuerzos de coordinación junto a las brigadas de rescate para garantizar que el incendio no se propagara a otras embarcaciones cercanas.
La rápida respuesta de las autoridades evitó que el desastre fuera mayor, pues la zona portuaria de Luperón es conocida por albergar decenas de barcos y veleros, tanto nacionales como extranjeros, lo que representaba un riesgo adicional.
Testigos en la comunidad señalaron que la tormenta eléctrica de la madrugada había estado acompañada de truenos y descargas constantes, lo que incrementaba la probabilidad de incidentes como el ocurrido con EL CAPI IV.
Especialistas consultados explicaron que los rayos son uno de los principales riesgos para embarcaciones ancladas en bahías abiertas, ya que los mástiles y estructuras metálicas suelen actuar como puntos de atracción de las descargas eléctricas.
Tras el incendio, las autoridades reiteraron el llamado a los navegantes y propietarios de embarcaciones a reforzar las medidas de seguridad eléctrica y a mantener protocolos de prevención, sobre todo en temporadas de tormentas.
El caso ha generado consternación en la comunidad marítima de Luperón, aunque también alivio por el hecho de que el accidente no dejó pérdidas humanas ni daños al medio ambiente, lo que fue considerado un milagro dentro de la desgracia.