
Eran las 3:30 de la mañana cuando diez oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) se reunieron en un estacionamiento en los suburbios de Chicago para una sesión informativa sobre un sospechoso que esperaban arrestar. Repasaron una descripción de la persona, se aseguraron de que sus radios estuvieran en el mismo canal y discutieron dónde estaba el hospital más cercano en caso de que algo saliera mal.
“Planeemos no estar allí”, dijo uno de los oficiales, antes de subir a sus vehículos y partir.
A lo largo de la ciudad y los suburbios circundantes, otros equipos se desplegaban en apoyo de la “Operación Midway Blitz”. Esto ha desatado la agenda de deportaciones masivas del presidente Donald Trump en una ciudad y un estado que han tenido algunas de las leyes más estrictas que impiden que los funcionarios locales cooperen con los federales de inmigración.
El ICE lanzó la operación el 8 de septiembre, generando preocupación entre activistas y comunidades inmigrantes temerosas de los arrestos a gran escala o las tácticas agresivas utilizadas en otras ciudades objetivo del presidente republicano. Dicen que ha habido un aumento notable en los agentes de inmigración, aunque un despliegue militar en Chicago aún no se ha materializado.
The Associated Press acompañó al ICE en un suburbio de Chicago —gran parte del enfoque reciente— para ver cómo se desarrolla esa operación.
Una espera antes del amanecer, luego dos arrestos
Una voz se escuchó por la radio: “Se subió al auto. No estoy seguro si es el objetivo”.
Alguien que coincidía con la descripción del hombre que el ICE estaba buscando salió de la casa, se subió a un auto y se alejó de la calle arbolada. Sin estar seguros de si este era su objetivo, los oficiales lo siguieron. Unos minutos después, con el auto acercándose a la autopista, la voz por la radio dijo: “Tiene la descripción física. Simplemente no podemos verle bien la cara”.
“Hazlo”, dijo Marcos Charles, el jefe interino de las Operaciones de Ejecución y Remoción del ICE.
Agentes en varios vehículos pronto rebasaron el auto y lo rodearon. Después de hablar con el hombre, se dieron cuenta de que no era la persona buscada, pero que estaba en Estados Unidos sin permiso legal, por lo que lo detuvieron.