
La conversación fue tensa y el piloto se fue sin comprometerse, aunque le dio su número de celular al agente Edwin López, un indicio de que podría estar interesado en ayudar al gobierno estadounidense.
El agente federal le presentó una propuesta audaz al piloto principal de Nicolás Maduro: lo único que debía hacer era desviar de forma disimulada el avión del presidente venezolano a un lugar donde las autoridades estadounidenses pudieran detener al mandatario.






