
Ozoria queda sin autoridad en los ámbitos económico-financieros y de personal eclesiástico, aunque mantiene el título de Arzobispo Metropolitano
Las palabras que el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, pronunció en diciembre de 2022 vuelven hoy a colocarlo en el centro de la discusión pública, luego de que saliera a la luz una carta en la que él mismo confirma lo que ha entendido como una suspensión de la Santa Sede.
Las declaraciones —grabadas durante un encuentro litúrgico con obispos, sacerdotes y superiores de congregaciones— es posiblemente la única ocasión en la que Ozoria Acosta se refirió públicamente a las acusaciones que, según afirmó en ese momento, habían sido enviadas "hasta el Vaticano".
En esa intervención, el arzobispo defendió a su hermano, Secundino Ozoria Acosta "Nino", fallecido, y rechazó tajantemente que él se hubiese "hecho rico" trabajando en obras de construcción vinculadas a la iglesia.
Un discurso que hoy cobra nueva relevancia
La carta fechada el 10 de noviembre de 2025, difundida oficialmente ayer, confirma que la Santa Sede ha nombrado un arzobispo coadjutor con facultades especiales, y que Ozoria queda sin autoridad en los ámbitos económico-financieros y de personal eclesiástico, aunque mantiene el título de Arzobispo Metropolitano.
El propio Ozoria reconoce por escrito que las Letras Apostólicas señalan su suspensión "por mala administración", afirmando que nunca fue advertido ni amonestado.
Ese contexto resurge el video de 2022, donde el arzobispo hizo una defensa vehemente de su integridad y la de su hermano.
"Llevaron esa acusación hasta el Vaticano"
Durante aquel encuentro, Ozoria aseguró que algunas personas habían promovido acusaciones injustas sobre el manejo de obras e inversiones: "Algunas personas… han acusado de que Nino se hizo rico al lado del arzobispo. Tengo esa acusación, y esa acusación llegó lejos, llegó hasta el Vaticano."
El arzobispo relató que su hermano —arquitecto de profesión— trabajó durante años en proyectos de construcción en San Pedro de Macorís y luego en Santo Domingo, aportando diseños, supervisión y dirección de obras sin buscar beneficio personal.
"Nino no era interesado en el dinero… nos ayudó a ahorrar millones de pesos… tanto allá en San Pedro como aquí."
Incluso citó un ejemplo en que un proyecto presupuestado en 18 millones de pesos terminó ejecutándose en menos de 9 millones gracias a la gestión técnica de su hermano.
"Ayudó a la Iglesia a ahorrar millones"
Ozoria insistió en que Nino trabajó motivado por la fe y el servicio, no por lucro. Recordó que durante dos años su hermano estuvo en Haití colaborando en la construcción de 222 viviendas tras el terremoto, con riesgos significativos y un pago austero.
"Si Nino tenía vehículo fue porque se sacrificó trabajando dos largos años en Haití… no porque se hizo rico aquí."
El arzobispo dijo entonces que hacía esas aclaraciones porque sabía que "alguien se encargó de llevar esas acusaciones lejos".
Lo que dice ahora su carta
En la carta divulgada ayer, Ozoria afirma que él mismo solicitó un arzobispo coadjutor cuando cumplió 73 años, para preparar la transición antes de su retiro. Pero señala que su sorpresa fue que el coadjutor designado recibió facultades exclusivas para administrar el patrimonio, las finanzas, el clero y el personal eclesiástico.
Según el documento:
"Se me suspenderá la potestad del gobierno en los ámbitos mencionados… Según las Letras Apostólicas, se me suspende por mala administración. Así hay que entenderlo."
Pese a ello, añade que acepta la decisión de la Iglesia "en obediencia".
La carta incluye otro elemento que conecta directamente con el video de 2022: Ozoria dice que el prefecto del Dicasterio para los Obispos le comentó en una visita que él tenía "muchos enemigos".
"Han vencido los enemigos", escribe ahora, aludiendo a que las acusaciones finalmente derivaron en medidas disciplinarias.






