La gestión del cobro en las empresas se inicia en la calidad del crédito otorgado. Si usted otorgó un crédito sin criterios y sin políticas adecuadas, no podrá ejercer un proceso de cobros efectivo, fomentando en consecuencia la morosidad de la cartera y por ende resultados financieros adversos.
Tradicionalmente se le da mayor peso a los aspectos cuantitativos del análisis de crédito que están relacionados a la capacidad de pago. En el caso de las personas físicas, se realiza el cálculo en base a sus ingresos netos demostrables versus sus gastos para determinar si la persona cuenta con la holgura suficiente para asumir un nuevo compromiso financiero.
En el caso de las personas jurídicas, el análisis se realiza a través de la interpretación de los estados financieros, y otras evidencias como los flujos proyectados y los estados de cuentas bancarios.
La capacidad de pago, no es más que la capacidad de un deudor de generar flujos de efectivo que le permitan atender de manera oportuna sus compromisos financieros en los términos establecidos. La capacidad de pago debe ser el eje central en la decisión del otorgamiento del crédito, ya sea para un crédito comercial o para un préstamo.
No obstante, la capacidad de pago no es (ni debe ser), el único elemento de referencia para tomar decisiones de crédito, debe complementarse con otras más. En tal sentido, han estado tomando mucha incidencia aquellos factores cualitativos, que de alguna manera pueden afectar o alterar la capacidad de pago de un deudor.
En relación a las personas físicas, es sumamente importante su estabilidad laboral. Factores como el tiempo que una persona lleva en la empresa, el clima laboral, su cargo o posición, además de la sostenibilidad de la empresa en el tiempo, son elementos fundamentales a tomar en cuenta para tomar mejores decisiones de crédito. Así mismo debe contemplarse la solvencia moral del deudor, su historial crediticio, su integridad, nobleza, honestidad, en sí, su deseo pleno de repagar el compromiso. En relación a las empresas, hay otros factores además de los cuantitativos que deben tomarse en cuenta. Es más, la última modificación del Reglamento de Evaluación de Activos (REA) que rige en el sector bancario estipula el análisis de varios factores de riesgo cualitativos.
El artículo 19 del REA, contempla que se analicen a profundidad el entorno económico de la empresa y la calidad de la gestión administrativa.
En relación al entorno económico, el reglamento exige un minucioso análisis del sector de la economía al que pertenece la empresa solicitante de un préstamo, además de los participantes actuales y potenciales de su mercado, las nuevas tecnologías, probabilidad de fluctuaciones estacionales, presencia de productos sustitutos y perspectivas de futuro del sector.
Desde el punto de vista de la calidad de la gerencia, se exige un estudio de la formación académica, competencias profesionales y experiencia de los principales ejecutivos de la compañía que se está evaluando. También sus compromisos fuera de la entidad, las líneas de rendición de cuentas y de toma decisiones, y la instauración de planes de sucesión.
Como podemos observar el análisis de crédito debe fundamentarse dentro de un balance entre los aspectos cuantitativos y los factores de riesgos de procedencia cualitativa, con el objeto de tener un mejor panorama antes del otorgamiento de un crédito.
Por Manuel A. Fernández
Asesor Financiero
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