Los santiagueros experimentaron gran alegría cuando en agosto de 1994 quedó inaugurado El Gran Teatro del Cibao en el último gobierno del doctor Joaquín Balaguer.
Un monumento arquitectónico de exquisita belleza inspirado en los valores formales de la arquitectura clásica, la estética del Gran Teatro del Cibao, refleja el orden, la simetría, el equilibrio, la elegancia y la pureza de formas, pero ejecutado con los materiales y las técnicas contemporáneas del momento.
Aunque es moderno por el año de su construcción, el diseño del destacado arquitecto dominicano Teófilo Carbonell, vincula el edificio con los ideales clásicos, a través de elementos como las proporciones armoniosas y la perfecta simetría en los espacios de la fachada. El uso de materiales actuales, como el acero y el vidrio se fusionan con formas tradicionales, creando un diálogo atemporal entre tradición y modernidad.
A lo largo de sus 25 años de feliz existencia, esta querida institución ha sido un espacio permanente de difusión del arte y la cultura nacional y global, traducida en sus diversas tipologías y múltiples manifestaciones como el movimiento de la danza, la melodía y el ritmo. de la música, la expresión de las artes visuales en la coreografía de bellísimos musicales y conciertos; palabra y metáfora en las actividades de teatro, poesía o literatura.
Celebramos el simbolismo de la Julio Alberto Hernández y de la Sala De la Restauración, majestuosamente decorados en azul y rojo respectivamente, junto al Bar Moisés Zowain, han sido a lo largo del tiempo los espacios idóneos para el cálido encuentro de los santiagueros en torno a la cultura, la manifestación más sublime de la humanidad, aquella que nos une en la solidaridad, la amistad y la paz.
¡FELICIDADES!